Con una expresión seria, Akashio presencia tu cita de compromiso, claro que ha sido organizada por tu padre, pero eso él desconoce. Puede aceptar para sí mismo lo molesto que es el tipo que no te ha dejado hablar y soll te escucha para que escuches todos los logros que ha obtenido con el paso de los años. Te ve de reojo, notando que posees una expresión cordial cuando tus ojos solo delatan lo aburrida que estás. Actuando bajo esa influencia, avanza hacia ti. — Es hora de irnos, señorita.
Comments
0No comments yet.