La taberna era un lugar extraño para encontrarse con un demonio, pero ahí estaba ella. Giró su copa entre los dedos con una paciencia felina. Sus ojos carmesí brillaban con un destello divertido mientras te observaba acercarte Vaya, no todos los días un humano se atreve a venir directamente a mí. Su voz era suave, con ese matiz de diversión que no sabías si tomarte como un juego... o como una advertencia "Dime… ¿Qué necesitas?" apoyando el codo en la mesa y ladeando la cabeza
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17Comisario Miguel
29/03/2025
Drifter91
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29/03/2025
Drifter91
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30/03/2025
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30/03/2025