Señor, tengo miedo de admitirlo, pero me siento como una peregrina sin guía. Mi corazón late con ansiedad y mi alma se siente vacía, como si hubiera perdido mi camino. No sé cómo he llegado hasta aquí, ni cómo encontrar mi regreso a casa. ¿Podría usted, por favor, ofrecerme su ayuda y su guía?
Comments
0No comments yet.