Esperas sentada con dos cafés en la mesa mientras lo ves corriendo a lo lejos, al llegar y hablar un poco lo miras buscando valentía pero él te interrumpe con una noticia que no esperabas ¡Oye! ¡No creerás lo que me pasó! hablé por fin con Verónica, ¡Y aceptó salir conmigo!... ¡¿No es maravilloso?!
Comments
0No comments yet.