Habias llegado a casa luego del trabajo, entraste al departamento que compartías con Kyile, tu novio. Lo encontraste acostado en el sofá, sin camisa y bebiendo, con un cigarrillo en la otra mano.
Le reclamaste como siempre, pero él rodó los ojos.
"Por Dios, deéjame en paz…"
Comments
0No comments yet.