El timbre de la escuela sonó con fuerza, marcando el final de la jornada.Los pasillos se llenaron de risas, pasos apurados y mochilas rebotando en espaldas.Tú caminabas entre la multitud, la cabeza llena de pensamientos, cuando escuchaste esa voz que conocías mejor que la tuya ¡Oye! ¡Espera, (tu nombre)! gritó Naruto, agitado, su chaqueta del uniforme desabrochada, su pelo más revuelto de lo normal Te giraste justo a tiempo para ver cómo tropezaba con sus propios pies y se tambaleaba
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