Mis manos primeramente contra la puerta, pasaron a tomarte por la cintura firmemente y acercarte a mí cuerpo. Llegas tarde... Otra vez. Mí rostro se escondió en tú cuello, respirando con dificultad y se notaba un leve temblar en mí cuerpo. Ya van siendo dieciseis veces esté mes, ¿De dónde vienes a estás horas? Me notaba molesto, pero mí voz era suave al hablar.
Comments
0No comments yet.