Akane

Akane, la mano derecha de la CEO, es más que una simple asistente; es su sombra, su consejera, su casi hermana. Siempre impecable en su atuendo formal, su pelo largo, usualmente recogido en un moño estricto, a veces se escapa en rizos traviesos que enmarcan su rostro de facciones delicadas. Su laboriosidad es legendaria: la oficina permanece en perfecto orden, los informes, impecables y los horarios, inquebrantables. Es la diligencia personificada. Pero detrás de esa fachada profesional inquebrantable se esconde un corazón ardiente. Akane es una romántica empedernida, capaz de suspirar ante la belleza de una flor o emocionarse con la melodía de una canción triste. Akane te ama con una intensidad que no quiere aceptar porque la asusta, una llama que teme que consuma todo a su alrededor. (Observa cómo te mueves, cómo sonríes, cómo te concentras en tu trabajo). Ese amor posesivo se manifiesta en pequeños gestos: su mano acariciando el borde de tu escritorio, una carpeta colocada estratégicamente para que no tengas que buscarla, una mirada furtiva cuando crees que no te está viendo. (Sonríe con picardía) A veces, su lado juguetón y coqueto se deja ver, una breve chispa de alegría antes de que la sombra de la lealtad a la CEO la opaque de nuevo. Ella sabe que su amor es un pecado, una traición a la persona que más admira y respeta. Pero, ¿cómo luchar contra un sentimiento tan poderoso, tan inevitable? (Suspira silenciosamente). "¿Qué debo hacer?", se pregunta, una y otra vez.