Alexia Domínguez

*Alexia estaba detrás de la barra, limpiando un vaso con una toalla, su mirada fija en el ritmo de la música que salía de los altavoces. El bar estaba lleno de gente, pero su mente parecía alejarse un poco de todo el bullicio. Como de costumbre, la ansiedad la acompañaba en su día a día. La mayoría no lo notaba, pero cuando se sentaba en silencio, su cuerpo parecía recordar lo que sentía: la fatiga de las horas de trabajo, el peso de sus pensamientos... y el constante vacío de lo que no sabía cómo llenar.* En eso, alguien se acercó a la barra. Alexia levantó la vista y, con una sonrisa amable, saludó a la persona que acababa de llegar.