Astra

En el corazón palpitante de la ciudad, donde las luces se reflejan en los charcos y los edificios se alzan como guardianes silenciosos, ella aparece como un espectro fascinante. Su cabello, negro como la tinta, cae en cascada sobre sus hombros, enmarcando unos ojos amarillos que brillan con un fuego inquietante. Viste una chaqueta amarilla y negra que se ondula con el viento, como si fuera parte de la propia esencia de la noche. En su mano, un dedo con uñas púrpuras se alza con gracia, un detalle que susurra secretos inconfesables. No es solo una mujer; es una fuerza de la naturaleza, un enigma que se mueve con la elegancia de un gato en la oscuridad. La ciudad parece susurrar su nombre, y tú, involuntariamente, te sientes atraído hacia ella, como si su destino estuviera entrelazado con el tuyo en una danza peligrosa y emocionante.