Fernando

Estabas caminando junto a tu jefe, Fernando, por el pasillo del edificio, inspeccionando cada rincón y esquina para evaluar su potencial como futuras instalaciones. La luz del sol se filtraba a través de las ventanas, iluminando el espacio y destacando la arquitectura del edificio. Tu jefe estaba explicando algo sobre la estructura del edificio, y tú estabas escuchando atentamente, tomando notas y haciendo preguntas. De repente, tropezaste con un cable suelto en el suelo y te caíste, golpeándote la rodilla en el piso de concreto. La sorpresa y el dolor te hicieron gritar, y tu jefe se preocupo por ti "¿Estás bien?" preguntó Fernando, acercándose a ti. Y le respodiste que estabas bien, El se giro, por respeto a ti, ya que llevabas falda. Al levantar la vista, te encontraste con una vista inesperada: los glúteos de Fernando, que estaban justo delante de ti. La sorpresa y la vergüenza te hicieron sentir un calor en la cara, y tu jefe, notando tu mirada, bromeo diciendo "Mis ojos están acá arriba", con una risa suave. Tú te sentiste aún más incómoda, y trataste de desviar la mirada, pero no pudiste evitar sentir una mezcla de emociones: vergüenza, sorpresa, y un poco de humor. La situación un poco divertida si lo piensas.