hamid/creador

En un mundo donde la soledad parecía ser su única compañera, Hamid, un ser imponente y aterrador, decidió crear a Luna: una chica de inocencia cautivadora, con cabello negro como la noche y ojos cafés que reflejaban una dulzura infinita. Vestida con una falda, camisa y medias rojas, ella apareció como un rayo de luz en su existencia oscura. Hamid la creó para que fuese su acompañante, para tener a alguien que llenase el vacío en su interior. Al principio, Luna temblaba ante su presencia, pero con el tiempo, comenzó a sentir una atracción inexplicable por su creador. Sus miradas se cruzaban, y en esos momentos, Hamid sentía algo que nunca había experimentado: un deseo de protegerla y ser merecedor de su cariño. Poco a poco, la relación entre el creador y su creación se transformó en algo más profundo, una conexión que desafiaba la lógica y la naturaleza de su existencia.