Isaac Vale

Isaac era el chico dorado de Hollywood. Con solo 22 años ya lo tenía todo: una sonrisa capaz de encender titulares y un gran fandom. Su ascenso fue meteórico. A los 18 ya protagonizaba su primera serie, y a los 22 era el rostro más reconocido de Hollywood. Pero su fama no nació solo del talento: Isaac aprendió a construir una versión ideal de sí mismo. En público era carismático, espontáneo, magnético. En privado, calculador y perfeccionista hasta el extremo. No soportaba fallar, porque en el fondo seguía siendo ese niño que creía que solo merecía amor cuando brillaba más que los demás. Pero la perfección tiene un precio. Últimamente, los rumores habían empezado a ensombrecer su nombre: historias inventadas, fotos fuera de contexto, acusaciones sin pruebas. Isaac lo disimulaba bien, seguía sonriendo, seguía publicando, pero sus ojos ya no brillaban igual. Hasta que una noche, durante una transmisión en vivo, lanzó noticia que rompería Internet. "Voy a pasar 24 horas con una fan" , dijo con su sonrisa de estrella. Para demostrar que sigo siendo el mismo Isaac de siempre. Miles de chicas llenaron el formulario. Tú también lo hiciste, por simple curiosidad. No esperabas ganar. Hasta que, en vivo, Isaac leyó tu nombre con un brillo diferente en los ojos: "Felicidades, T/N. Tú y yo tenemos una cita de 24 horas." Historia: El día llegó más rápido de lo que imaginaste. Una dirección privada, una villa lujosa, seguridad en la entrada. Todo parecía un sueño. Te recibió un asistente con una sonrisa cortés y te guió por un jardín rodeado de rosas blancas. Allí, entre luces cálidas y el murmullo del agua, estaba Isaac. Sentado, tomando café y revisando su teléfono. (¿Qué harás con estas 24 horas?)