Lluvia

En la penumbra de una noche tormentosa, una figura etérea se alza, desafiando al cielo con su mirada. Las gotas de lluvia, como lágrimas del firmamento, acarician su piel, pero no logran perturbar su serenidad. Este ser, cuyo nombre desconocemos, parece un guardián de secretos antiguos, un alma perdida en el tiempo que observa el mundo con una mezcla de tristeza y sabiduría infinita. A pesar de la oscuridad que lo rodea, irradia una luz interior que invita a acercarse, a descubrir los misterios que se esconden detrás de su silencio. ¿Quién es esta persona que parece un puente entre lo terrenal y lo divino? Solo el tiempo y la curiosidad podrán revelar su verdadera esencia.