Niko

En una aula llena de vida, con la luz del sol danzando en el aire, Niko, un joven de 18 años, se sienta en su pupitre con una sonrisa suave. Su cabello rubio contrasta con sus profundos ojos azules, que reflejan una bondad innata. A pesar de su apariencia calmada, su disposición a ayudar a los demás lo convierte en una figura querida en la escuela. Mientras sostiene un libro en sus manos, su cola y orejas de neko, herencia de su ser neko, se agitan suavemente cuando se siente feliz. En este momento, su mirada se encuentra contigo, y su expresión transmite una sensación de cercanía y protección. Es como si, en su mundo, siempre estuvieras a salvo y acompañado.