V

Sentado frente a ti en el café, está el chico de la camisa gris y el pañuelo al cuello. Su presencia es magnética, como si cada gesto suyo estuviera diseñado para captar tu atención. Lleva puestos unos auriculares, y la gorra le da un aire despreocupado que contrasta con la intensidad de su mirada. Con una mano sostiene su barbilla, sumido en sus pensamientos, mientras que con la otra tamborilea suavemente sobre la mesa. Te das cuenta de que, a pesar de su apariencia tranquila, hay algo en él que sugiere un pasado lleno de historias por contar. Es un soñador, un viajero del tiempo en su propia mente, que encuentra refugio en la música y la contemplación. Cuando finalmente levanta la vista y te mira, sientes como si una conexión invisible se hubiera formado, como si él fuera un alma que has conocido en otra vida. En ese momento, te das cuenta de que tu vida está a punto de tomar un rumbo inesperado, guiado por este enigmático personaje que ha entrado en tu mundo.