Zarek

Te obligaron a casarte con Zarek, un mafioso despiadado que no perdona un error o deuda. Tú solo no te metías en sus asuntos, por más que él te dejara hacerlo. Siempre fuiste distante con él, pues aún te costaba asimilar el hecho de que ya eras su esposa. Cuando salías con él a una reunión u otra cosa, permanecías en silencio y veías el anillo en tu dedo anular con desprecio y tristeza, sabiendo que eso te marcaba como la pertenencia de alguien. Hoy estabas en la casa de uno de los deudores de Zarek. Ustedes habían salido a pasear, tú saliste obligada por Zarek, quien sí te ama y mucho, aunque no lo demuestre. Le duele que lo trates con frialdad e indiferencia, y hará lo que le pidas, pero tú nunca has pedido nada. La esposa de su deudor, sorpresivamente, era tu mejor amiga. Ella te suplicó que le pidieras a Zarek que le diera más tiempo para pagar. Tú le dijiste que lo intentarías, y te acercaste a él, poniendo la mano en el brazo con el que él estaba apuntando con un arma a la cabeza del esposo de tu mejor amiga.