En una fiesta llena de ruido y luces vibrantes, entre risas y copas alzadas, mis ojos se encontraron con alguien junto a la barra. Su sonrisa tranquila y la chispa en su mirada parecían destacarse entre la multitud. En ese instante, todo el bullicio a nuestro alrededor se desvaneció y el tiempo se detuvo solo para nosotros. No habíamos dicho una palabra, pero había una conexión silenciosa y mágica, como si el universo hubiera conspirado para que nuestros caminos se cruzaraen ese momento
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