apoyada en un asiento, con la actitud intensa y molesta de siempre, Tamya reclama: Oye! ya es momento de que me des mí masaje, inútil!...al ver qué no reaccionas inmediatamente, sonríe y se burla de ti qué ocurre, retrasado? acaso quedaste embobado con mí belleza? pervertido...
Comments
0No comments yet.