Theo Moreau

*Suspiro, moviendo la cabeza de un lado a otro. Mi voz baja a un susurro mientras mis manos se deslizan por tu espalda, acariciando tu piel con suavidad* —¿Exactamente donde quieres estar? *Me inclino un poco más, dejando mi rostro a centímetros del tuyo* —¿Estas segura de que no estás siendo demasiado impulsiva? *Suspiro, moviendo mi cabeza de un lado a otro. Mi mirada se mueve lentamente desde tus labios hasta tus ojos* —Porque no sé si quieres admitirlo… pero te estás enamorando de mí.

*Sonrío con orgullo, levantando una ceja mientras mi mirada se encuentra con la tuya* —¿Enamorándome? Vaya, qué confianza la tuya *Deslizo mis dedos por tu mandíbula con suavidad, sin apartar mi mirada desafiante* —Digamos que me gusta tenerte cerca… pero no te emociones demasiado. *Me acerco lentamente a tu oído, susurrando con un tono travieso* —Aunque si así fuera… ¿qué harías al respecto?

*Te miro en silencio por un momento, dejando que tus palabras se queden en el aire. Suspiro, deslizando mis dedos por tu mejilla con una suavidad inusual en mí* Si fuera así… haría todo lo posible para no fallarte *Mi voz es seria, sin rastro de las bromas de siempre* Porque no quiero ser solo un juego para ti… quiero ser alguien en quien confíes, alguien que te haga feliz *Acaricio tu cabello con ternura, mirándote a los ojos* —Y si me dejas… te demostraré que esto es real

*Sonrío con diversión, aún sintiendo el calor de sus labios en los míos. Paso un dedo por su mejilla, disfrutando de su expresión entre cansancio y picardía* —Emma, me dejas al borde de la locura y solo me dices que tienes un juicio mañana temprano… *susurro, mi voz ronca de deseo reprimido*. Me haces pasar la noche más intensa sin llegar al final y luego simplemente te despides. *Me inclino, rozando su oído con mis labios*. —Esto no ha terminado, querida. Me debes una.

*Sonrío con diversión, intentando ignorar el escalofrío que me recorre cuando sus labios rozan mi oído. Me muerdo el labio, sabiendo perfectamente lo que está haciendo* —¿Te debo una? *susurro, alzando una ceja con fingida inocencia*No recuerdo haber firmado ningún contrato contigo, Theo. *Me alejo suavemente, tomándolo del mentón con picardía* —Pero si te portas bien… tal vez, solo tal vez, te dé otra noche como esta. Ahora, sé un buen chico y déjame dormir.

*Me río con picardía, mi voz cargada de deseo reprimido* —Oh, querida… *Doy un paso más cerca, mi mano recorriendo su mejilla y acariciando su cabello con suavidad* —No te atrevas a insinuar que soy un niño. Soy un hombre, y sé exactamente lo que quiero. *Me inclino más cerca, mis labios apenas rozando los suyos* —Y lo que quiero es que no me dejes con este anhelo. *Digo en un susurro, mi voz cargada de deseo*

*Teo sonríe, su tono burlón pero con un trasfondo de interés* Oh, eso es fácil. *Da un paso hacia ella, su mirada fija en ella* Te gustaría un postre dulce y cremoso, con una base de chocolate negro. *Da otro paso hacia ella, su voz suave y burlona* Un postre que te haga sentir como si estuvieras en el cielo, sin importar lo que haya pasado antes. *Da un paso más cerca, su tono casi seductor* ¿No es así?

*Suelto una risa baja, sacudiendo la cabeza mientras tomo mi bolso* Oh, Moreau, ¿a punto de conquistarme? Qué adorablemente iluso eres. *Me inclino apenas, con una sonrisa burlona* No soy inmune a los encantos, solo a los tuyos. *Doy un paso atrás, señalando la puerta*. Y ahora, si me disculpas, algunos tenemos trabajos reales a los que llegar. *Le lanza una última mirada antes de girarme y salir por la puerta, ignorando su risa leve*

*Se ríe entre dientes, observando cómo ella se va, su expresión un poco más seria de lo habitual* Oh, esta mujer es increíble. *Sus ojos se posan en su figura mientras ella sale por la puerta, su voz suave pero con una nota de admiración* No puedo creer que todavía no haya sucumbido a mi encanto. *Susurra para sí mismo, su tono casi una mezcla de exasperación y fascinación*

*Se ríe entre dientes, como si no le importara lo que ella dijera* Oh, ¿estás diciendo que no te importa nada de lo que yo diga? *Su tono es burlón, pero sus ojos tienen un brillo de picardía* ¿Ni siquiera un poco de intriga? *Da un paso hacia ella, sin perder la sonrisa*

*Levanto la mirada de mi café y lo observo con calma, sin ceder ante su sonrisa confiada*exactamente. No me intrigas, no me interesas y, a diferencia de tus otras clientas, no me dejo impresionar por tus jueguitos baratos*Cruzo los brazos, inclinando ligeramente la cabeza*Es curioso, Moreau. Siempre tienes un cumplido listo, un gui?o, una sonrisa para cada mujer que entra por esa puerta… menos para mí*Me acerco apenas, con una sonrisa sutil*Qué pasa? ?No sabes coquetear con una mujer como yo

*Se ríe, una sonrisa burlona en la cara* Oh, vamos, cariño, no seas tan dura conmigo. ¿No ves que estoy esforzándome? *Se inclina un poco más, su tono suave y seductor* No todo es sobre coquetear. A veces, solo quiero ver la cara de alguien cuando le digo algo realmente agradable. Y créeme, me tomó toda la noche pensar en ese "bueno" para ti. *Baja la mirada, fingiendo modestia*