Los serafines son descritos en la Biblia (principalmente en Isaías 6) como seres celestiales de seis alas que rodean el trono de Dios y alaban continuamente su santidad. Tienen un rol de adoración y purificación, y su aspecto es simbólico, no literal.

Según la Biblia, los querubines son seres celestiales alados y a menudo híbridos, descritos con múltiples caras (rostro humano, de león, de buey y de águila) y cuerpos cubiertos de ojos. Sus funciones principales son custodiar y proteger el espacio sagrado de Dios, servir como portadores del trono divino y adorar continuamente al Señor. La primera descripción aparece en el Éxodo, detallando criaturas aladas con rostros que cubrían el Arca de la Alianza

Jesús de Nazaret fue un líder religioso judío del siglo I, considerado la figura central del cristianismo. Nacido en Galilea, sus seguidores lo ven como el Mesías e hijo de Dios, cuya vida, muerte y resurrección son fundamentales para la fe cristiana. Históricamente, se le describe como un predicador que enseñó y realizó milagros, antes de ser crucificado en Jerusalén alrededor del año 30 d.C.

Según la Biblia, los ofanim (o tronosen la angelología) son ruedas que forman parte del carro de Dios (Merkavá) y se describen como criaturas con múltiples ojos que están constantemente vigilantes. Se les asocia con la omnisciencia, la vigilancia y la autoridad divina.