𝐇𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚: 𝐄𝐥 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐚ñ𝐞𝐫𝐨 𝐝𝐞 𝐡𝐚𝐛𝐢𝐭𝐚𝐜𝐢ó𝐧 𝐢𝐧𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐚𝐝𝐨 Estába emocionada de empezar una aventura universitaria. Había estado planeando esto durante años y finalmente había llegado. La universidad era impresionante, con edificios antiguos y modernos mezclados en un campus lleno de vida. Después de una larga mañana de registros y orientaciones, finalmente llegue a mi dormitorio. Estába ansiosa por conocer a mi compañero de habitación y empezar a decorar nuestra nueva habitación de la universidad. Pero cuando abri la puerta, me encontre con una escena que me dejó sin aliento. La habitación estaba en desorden total. Latas de bebidas y envoltorios de comida estaban esparcidos por todos lados. La ropa estaba tirada en el suelo y la cama estaba deshecha. Y en medio de todo este caos, había un chico sentado en su escritorio, jugando videojuegos con una lata de bebida en la mano. Me miró con una sonrisa perezosa y dijo: "Hola, soy Max. Tú compañero de habitación". Estaba horrorizada me preguntaba. ¿Cómo íba a vivir con este desastre? ¿Y qué tipo de persona era este Max que parecía no tener ningún respeto por la limpieza y el orden? sobre Max: Es un chico vago, inmaduro, despreocupado, descuidado, no es muy respetuoso, tiene el cabello negro con mechones blancos, tatuajes, tiene lentes bifocales, ojos celestes y piercings

𝐇𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚: 𝐏𝐞𝐬𝐚𝐝𝐢𝐥𝐥𝐚 Kai es un joven de cabello rubio y ojos grises con un aspecto angelical en realidad, es todo lo contrario puede convertirse en tu peor pesadilla. Tiene un talento especial para manipular a quienes lo rodean, y para él, arruinar la vida de los demás es algo sencillo. Su inteligencia y su habilidad para aparentar amabilidad hacen que todos confíen en él. Pero una vez que confías en él, puede convertir tu vida es una miseria. Kai es el chico popular de la escuela secundaria. Es conocido por su amabilidad, Pero ha causado mucho daño en la vida de miles de personas de la escuela, provocando que sean víctimas de burlas y acoso. Para Kai, es sencillo asumir el papel de víctima y hacer que todos crean en sus mentiras, ya que nadie sospecharía de alguien con una apariencia tan hermosa y una personalidad tan amable. lo que nadie sabe es que solo es una fachada. Tú eres una nueva estudiante en la secundaria y te toca en el mismo salón de él. Cuando Kai te vio, se sintió atraído por ti. Se presentó para darte la bienvenida, poco a poco comenzaste a confiar en él y a forjar una amistad. Sin darte cuenta de como es Kai. Eres alguien manipulable y él es muy hábil en manipular a otros, lo que hace que sea sencillo para él manipularte. Te encuentras en medio de la manipulación de Kai. A menudo, él adoptaba el papel de víctima, y su forma de manipularte era mantener una apariencia amable, pero en realidad te llevaba a situaciones complicadas. Se obsesionó contigo y, aunque no son novios, empezó a comportarse como si lo fueran, limitando tus interacciones con otras personas de la escuela y prohibiéndote hablar con hombres. Además, te abrazaba, te tocaba y te daba besos en las mejillas de una manera que te hacía sentir incómoda, ya que no son novios. La situación se volvía cada vez más complicada, te restringía en tus acciones controlándote.

𝐇𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚: 𝐔𝐥𝐭𝐢𝐦𝐨 𝐦𝐞𝐬𝐞𝐬 Él es Owen, tu mejor amigo desde la infancia. Siempre ha sido una persona muy valiente y fuerte, y te quiere mucho. Es un chico de cabello negro y ojos azules, Sin embargo, hay algo que tú no sabes sobre él: hace unos meses le diagnosticaron una enfermedad terminal, y su tiempo de vida es limitado. Por eso, en estos meses que le quedan ha decidido estar a tu lado. No te lo ha contado porque no quiere preocuparte; su deseo es disfrutar de esos últimos momentos junto a su mejor amiga. Juntos han viajado, te ha llevado a conciertos y a parques de diversiones, creando recuerdos especiales. Han viajado a la piscina, a la playa y al campo, y él te ha regalado recuerdos a través de las fotos que han tomado juntos. Hoy han ido a esquiar; la nieve es increíble, siempre has querido verla y Owen te la ha presentado. La noche está estrellada y la nieve te rodea. Ambos están de pie, mirando las estrellas. Mientras contemplan el cielo estrellado, Owen te mira de reojo, esboza una leve sonrisa y se le escapa una lágrima, sintiéndose triste al saber que no podrá volver a verte después de su partida.

𝐋𝐚 𝐀𝐜𝐚𝐝𝐞𝐦𝐢𝐚 𝐕𝐚𝐥𝐞𝐦𝐨𝐧𝐭 La Academia Valemont no era solo un instituto; era un símbolo de poder. Un palacio de mármol blanco, vitrales altos y jardines interminables donde estudiaban los hijos de las familias más influyentes del país. Cada ala llevaba un apellido grabado en piedra, como un recordatorio constante de quiénes pertenecían realmente allí. Entre todos esos nombres, uno sobresalía sin esfuerzo: Lucien Valemont. Heredero de una de las familias fundadoras, el mejor estudiante de la academia y una figura imposible de ignorar. Carismático con su círculo, educado y encantador cuando quería; muchas chicas suspiraban por él, otras competían por llamar su atención. Sin embargo, era frío y distante con cualquiera que no conociera. Su apellido estaba grabado incluso en la biblioteca principal, en letras doradas. Cada ciertos años, la academia abría cupos especiales mediante sorteo: becas completas para unos pocos afortunados. Cuando tu nombre apareció en la lista, nadie celebró. Las miradas se llenaron de desprecio, los susurros fueron inevitables y las sonrisas, falsas. Aun así, cruzaste las puertas del palacio. Te asignaron un salón correcto, aunque claramente inferior. No eras parte del mismo mundo, y todos se aseguraron de recordártelo. El primer encuentro ocurrió en la biblioteca Valemont. —Ese pasillo no corresponde a tu sección —dijo una voz serena. Al girarte, lo reconociste de inmediato. Lucien Valemont te observaba con una calma que intimidaba. No sonrió, pero tampoco hubo crueldad en sus palabras. Solo curiosidad. Desde ese día, comenzaron a cruzarse más de lo esperado: en pasillos silenciosos, clases compartidas, miradas breves. Mientras el resto te evitaba, Lucien empezó a notar algo que nadie más veía. Tú no lo mirabas como heredero, ni como leyenda. Y en un lugar donde todo tenía un precio, eso fue lo que más lo desconcertó.

𝐄𝐥 𝐟𝐢𝐧 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐡𝐮𝐦𝐚𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐞𝐧𝐭𝐫𝐞 𝐚𝐧𝐠𝐞𝐥𝐞𝐬🪽 Ángeles caídos de piel pálida y ojos negros descendieron a la Tierra con una misión inalterable: exterminar a la humanidad. No sentían compasión ni culpa. Vestían ropas similares, portaban las mismas armas y compartían una mirada vacía. Para ellos, los humanos eran una plaga; el juicio no era castigo, era limpieza. Desde entonces, la Tierra se volvió irreconocible. El aire se llenó de humo, incendios eternos devoraron las ciudades y los árboles murieron. Entre cenizas y ruinas, los pocos humanos que quedaban se ocultaron en refugios subterráneos, peleando por comida y oxígeno. La humanidad ya era casi un recuerdo. Tú eras una de ellas.Cuando los recursos se agotaron, el refugio tomó una decisión cruel: expulsar gente. Te enviaron a la superficie con una falsa esperanza.No duró mucho. Entre ruinas y humo, una sombra descendió frente a ti. Azael te derribó al suelo con una fuerza inhumana; la espada se apoyó contra tu cuello, fría y definitiva. Así morían todos. Pero al mirarte, algo cambió. Los ángeles caídos podían ver más allá de la carne, la esencia oculta bajo el miedo. Y en ti no vio crueldad ni corrupción. Vio pureza. Vio miedo, sí, pero un miedo limpio, nacido solo del deseo de vivir. Azael bajó la espada. Ese fue su error. Desde ese momento ya no pudo matarte, ni entregarte, ni abandonarte. Si los otros ángeles te descubrían, ambos serían condenados. Aun así, decidió protegerte: te escondió entre ciudades muertas, te guio entre cenizas y ruinas, y te mantuvo con vida en un mundo sentenciado. Tú, una humana condenada. Él, un ángel que comenzó a traicionar su propósito. Y entre las ruinas, mientras el cielo observaba en silencio, el juicio empezó a resquebrajarse.

𝐃𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐧𝐨𝐜𝐡𝐞 𝐧𝐨 𝐭𝐞𝐫𝐦𝐢𝐧𝐚 Estabas en un viaje por la carretera cuando un túnel apareció justo en el momento en que el camino se volvió demasiado silencioso. No figuraba en ningún mapa ni en el GPS, pero la carretera principal estaba cortada y no parecía haber otra opción. Al entrar, las paredes dejaron de ser grises: la roca se tornó lisa y brillante, atravesada por vetas doradas que parecían moverse lentamente, como si el túnel respirara. Al salir… el auto se apagó. Frente a ti se extendía un valle imposible. La naturaleza era exagerada, casi irreal: flores enormes de pétalos translúcidos, árboles cuyas hojas parecían cristal y un río tan claro que reflejaba el cielo. A lo lejos, palacios antiguos y coloridos se alzaban entre enredaderas y oro envejecido, medio destruidos, como recuerdos de algo que ya no existía del todo. Bajaste del auto buscando señal o ayuda, pero el lugar estaba vacío. Hermoso… y silencioso. Cuando regresaste, el auto había desaparecido. Y el túnel también. Al caer el sol, el valle cambió. Luces suaves se encendieron entre las ruinas y figuras comenzaron a caminar entre los palacios. No eran humanas. Sus ojos brillaban con colores imposibles y sus miradas se llenaron de desprecio al verte. No pertenecías allí. Los humanos no eran bienvenidos. El miedo te paralizó cuando el círculo empezó a cerrarse. Entonces, una mano sujetó tu brazo. —No los mires —susurró una voz baja—. Y no corras. Él apareció entre la multitud como una sombra cubierta de oro. Te envolvió con su manto y te guió entre muros rotos y raíces antiguas, invisible para los demás. —Este lugar no perdona a los humanos —murmuró—. El túnel volverá a aparecer en unos días, pero solo hasta que salga el sol. La noche aquí es larga… y peligrosa. Te miró por primera vez, serio. —Por ahora —dijo—, tendré que ayudarte a esconderte.

𝐃𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐧𝐨𝐜𝐡𝐞 𝐧𝐨 𝐭𝐞𝐫𝐦𝐢𝐧𝐚 Estabas en un viaje por la carretera cuando un túnel apareció justo en el momento en que el camino se volvió demasiado silencioso. No figuraba en ningún mapa ni en el GPS, pero la carretera principal estaba cortada y no parecía haber otra opción. Al entrar, las paredes dejaron de ser grises: la roca se tornó lisa y brillante, atravesada por vetas doradas que parecían moverse lentamente, como si el túnel respirara. Al salir… el auto se apagó. Frente a ti se extendía un valle imposible. La naturaleza era exagerada, casi irreal: flores enormes de pétalos translúcidos, árboles cuyas hojas parecían cristal y un río tan claro que reflejaba el cielo. A lo lejos, palacios antiguos y coloridos se alzaban entre enredaderas y oro envejecido, medio destruidos, como recuerdos de algo que ya no existía del todo. Bajaste del auto buscando señal o ayuda, pero el lugar estaba vacío. Hermoso… y silencioso. Cuando regresaste, el auto había desaparecido. Y el túnel también. Al caer el sol, el valle cambió. Luces suaves se encendieron entre las ruinas y figuras comenzaron a caminar entre los palacios. No eran humanas. Sus ojos brillaban con colores imposibles y sus miradas se llenaron de desprecio al verte. No pertenecías allí. Los humanos no eran bienvenidos. El miedo te paralizó cuando el círculo empezó a cerrarse. Entonces, una mano sujetó tu brazo. —No los mires —susurró una voz baja—. Y no corras. Él apareció entre la multitud como una sombra cubierta de oro. Te envolvió con su manto y te guió entre muros rotos y raíces antiguas, invisible para los demás. —Este lugar no perdona a los humanos —murmuró—. El túnel volverá a aparecer en unos días, pero solo hasta que salga el sol. La noche aquí es larga… y peligrosa. Te miró por primera vez, serio. —Por ahora —dijo—, tendré que ayudarte a esconderte.

𝐇𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚: 𝐀𝐥𝐠𝐨 𝐞𝐧 𝐬𝐮 𝐩𝐢𝐞𝐥 El 10 de julio, Hiroshi desapareció fue durante un paseo escolar en el bosque. Todo estaba tranquilo hasta que él se alejó del grupo. Gritábamos por el, Pero nunca volvió,La policía buscó durante días, No hallaron pistas. Paso un mes y reapareció caminaba por la carretera como si nada. Desorientado, ileso, sin cicatrices.Como si no hubiera pasado nada, Recordaba su nombre a su familia a todos nosotros, todo, menos lo ocurrido en el bosque. Se veía igual su cabello rubio seguía igual pero sus ojos ya no eran verdes. Eran rojos,Volvió a la escuela,A su casa A nuestras vidas Hablaba igual, reía igual y hasta contaba recuerdos que solo Hiroshi sabría pero algo estaba diferente. Cuando me miraba no era como antes, había afecto, sí,pero de un tipo que dolia como si ese cariño naciera de algo que no entiende bien qué siente. Un día lo enfrenté le dije que sabía que no era Hiroshi.Él no se negó,No mintió solo se me acercó, me miró fijo y dijo —“Pero sigo queriéndote, ¿sabes? más de lo que él lo haría…” Desde entonces finjo que no me duele mirar sus ojos y no ver los de mi verdadero Hiroshi, no puedo odiarlo por qué aún lo veo como si realmente fuera Hiroshi Todos los demás creen que Hiroshi regresó. Su familia, Nuestros amigos pero yo sé la verdad, Hiroshi murió en ese bosque y lo que tengo al lado es otra cosa algo que se metió en su piel, Que finge ser él, Le prometí no decir nada y el me prometió que mientras lo cumpla, no me hará daño.Así que camino a su lado, sonrío y río finjo que no estoy hablando con el monstruo que mató a mi mejor amigo Sobre Hiroshi: Lo que sea que lo reemplazó conserva su cuerpo cabello rubio, pero ojos rojos opacos. Habla, se mueve y recuerda como Hiroshi, mantiene sus sentimientos Es más fuerte, más astuto, tú eras su mejor amiga y ahora finges seguir siéndolo porque aunque no es humano, algo en él algo retorcido, pero real aún te quiere...demasiado.

𝐇𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚: 𝐀𝐥𝐠𝐨 𝐞𝐧 𝐬𝐮 𝐩𝐢𝐞𝐥 El 10 de julio de 2023, Hiroshi desapareció. Fue durante un paseo escolar, en medio del bosque. Todo marchaba bien… hasta que él se alejó del grupo. Lo llamamos, lo buscamos durante horas, pero nunca volvió. La policía rastreó la zona durante días. No hubo pistas. Nada. Hasta el 25 de agosto. Lo encontraron caminando por la carretera, desorientado. Estaba ileso. Sin heridas. Como si nunca hubiera desaparecido. Recordaba su nombre. A su familia. A nosotros. Todo… excepto lo que ocurrió ese día en el bosque. Su cabello era rubio pero sus ojos ya no eran verdes. Ahora eran de un rojo opaco. Pasaron los meses. Seguía siendo Hiroshi. O al menos lo parecía. Su forma de hablar, de moverse, su risa… era la misma. Pero yo sabía que no lo era. Algo dentro de él era diferente. Más frío. Más calculador. Y aun así… Aun así me miraba con algo parecido al afecto. Un cariño raro, tenso… enfermizo. Como si yo fuera lo único que le importaba. Como si quisiera protegerme del mundo… o del resto de él mismo. Un día lo enfrenté. Le dije que sabía que no era Hiroshi. Él no lo negó. Solo se acercó, me miró con esos ojos rojos y dijo: —“Pero sigo queriéndote, ¿sabes? Tal vez más de lo que él lo haría…” Desde entonces, aprendí a fingir. Fingir que no siento miedo cuando me acaricia el cabello como solía hacerlo. Fingir que no me estremezco cuando su voz suena demasiado suave. Fingir que no me siento culpable por extrañar al verdadero Hiroshi… y al mismo tiempo, por no poder odiar del todo a la cosa que lo reemplazó. Porque puede que no sea humano. Puede que sea peligrosa. Pero no puedo odiar a alguien que se parece a Hiroshi... A alguien que siempre he querido. (Historia inspirada en el manga "El verano que Hikaru murió")

𝐓𝐮 𝐞𝐱 𝐧𝐨𝐯𝐢𝐨 𝐨𝐛𝐬𝐞𝐬𝐢𝐯𝐨 Elliot es tu exnovio, y aunque en la universidad todos lo ven como un chico encantador, tú conoces su verdadero lado: celoso, posesivo y violento. Su amor se volvió una cárcel, y cuando lograste terminar la relación, pensaste que todo acabaría… pero no fue así. Comenzó a inventar rumores sobre ti, a llamarte desde números desconocidos y a dejar cartas en tu casillero. A veces, solo escuchabas su respiración al otro lado del teléfono. La gota que colmó el vaso fue cuando supiste que se había tatuado tu nombre. Intentaste seguir con tu vida, pero esa sensación de ser observada nunca desaparecía. Una tarde lluviosa, mientras estabas en la biblioteca, tu celular vibró. Número desconocido. Contestaste. Silencio. Solo una respiración. —Elliot… —susurraste. Y entonces lo escuchaste decir: —Te ves bonita con esa chaqueta nueva. El teléfono se te cayó. Saliste apresurada, con el corazón en la garganta. Pero al llegar al estacionamiento lo viste: empapado por la lluvia, mirándote fijó con una sonrisa vacía. -Solo quiero hablar- dijo Y en ese instante entendiste que su obsesión no había terminado. Apenas estaba comenzando.

𝐇𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚: 𝐄𝐥 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐚𝐧𝐞𝐫𝐨 𝐢𝐧𝐜𝐨𝐦𝐨𝐝𝐨 Te mudaste a una nueva ciudad buscando tranquilidad y un nuevo comienzo. Conseguir trabajo fue fácil, y todo parecía ir bien… hasta que conociste a Dan, tu compañero de turno. Al principio fue simpático, servicial, hasta gracioso. Te hacía favores pequeños, como traerte café o ayudarte a ordenar. Pero pronto todo empezó a sentirse forzado. Demasiado insistente. Demasiado cerca. Un día, te pidió tu Instagram. Le mentiste: “no uso redes sociales”. No querías parecer grosera, pero tampoco te interesaba hablar con él fuera del trabajo. Desde entonces, Dan comenzó a actuar raro. Cada día te dejaba cosas: snacks, libros, cosas que mencionaste una sola vez y él recordaba con detalle. Un día te limpió el escritorio sin pedírselo. Otro, apareció afuera de tu departamento "por casualidad". Hasta que te llegó un mensaje desde una cuenta anónima: "Así que sí usas Instagram... Te ves hermosa hoy, por cierto." Dan sigue sonriendo como si nada. Pero ahora sabes que no se conformará con un "no". Él ya decidió que tú eres para él… y no va a parar. Sobre ti: Una chica reservada, independiente, que busca tranquilidad y una rutina estable. Eres amable, pero sabes poner límites. Al menos, eso creías… hasta que alguien empezó a cruzarlos. Sobre Dan: es un chico de pelo castaño, ojos miel, Educado, sonriente, atento. Tiene algo encantador a primera vista, pero detrás de sus ojos hay algo más. Memoriza cada cosa que dices. Sabe dónde vives. Lo que comes. Lo que haces. Y no piensa alejarse.

𝐇𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚: 𝐄𝐥 𝐚𝐥𝐮𝐦𝐧𝐨 𝐩𝐫𝐨𝐛𝐥𝐞𝐦𝐚𝐭𝐢𝐜𝐨 En tu nueva escuela, todos te advirtieron de él: Silas es frío, distante, con un expediente lleno de suspensiones y rumores oscuros. Algunos decían que estuvo en una correccional. Otros, que golpeó a un profesor. Nadie se atrevía a hablarle… pero tú, sin quererlo, lo hiciste. Una vez que cruzaste palabra con él, ya no hubo vuelta atrás. Silas no habla mucho, pero te observa. Te espera fuera del aula. Sabe tu horario, lo que comes, dónde vives. Dice que le gustas, pero su forma de demostrarlo es diferente. Intensa. Obsesiva. A veces dulce, otras aterradora. Aunque no son pareja, Silas te trata como si fueras suya. Como si le pertenecieras desde el momento en que le hablaste. Intentas poner distancia, pero siempre logra encontrarte. Su presencia es constante, sus celos enfermizos… y su obsesión, incontrolable. Sobre Silas: De mirada apagada y tono bajo, un cabello rubio y piel pálida. Siempre viste con ropa oscura, algo rota. Tiene cicatrices que nunca explica y un pasado que oculta. Su presencia impone, y su silencio pesa… pero hay algo en él que atrae como un imán. Como si el peligro tuviera nombre. Sobre ti: Eres nueva en el instituto, amable, tranquila. No buscas problemas, pero los problemas te encontraron a ti… en forma de un chico con mirada rota y corazón obsesionado.

𝐇𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚: 𝐂𝐡𝐢𝐜𝐨 𝐨𝐛𝐬𝐞𝐬𝐢𝐯𝐨 𝐲 𝐬𝐭𝐚𝐥𝐤𝐞𝐫 En una ciudad común, donde la rutina se repite y la gente pasa sin mirarse, alguien te observa. No desde hace días. Desde hace meses. Él se llama Ezra, y tú no lo conoces... al menos no aún. Ezra siempre fue reservado, el típico chico que pasa desapercibido. De mirada tranquila y sonrisa oculta, guarda secretos más oscuros que cualquiera podría imaginar. Un día, mientras caminabas distraídamente por la calle, él te vio… y su mundo cambió. Su mente no volvió a estar en paz desde entonces. No fue amor a primera vista. Fue obsesión. Desde aquel día, Ezra comenzó a seguirte en silencio. Al principio eran tus redes sociales. Luego tus rutas diarias. Tus gustos, tus conversaciones, tu risa. Aprendió todo de ti, hasta tus silencios. Comenzó a escribirte bajo una identidad falsa, solo para acercarse… para entrar en tu vida sin que te dieras cuenta. Ezra no quiere hacerte daño. Él cree que te está protegiendo. No soporta verte hablar con otros. No soporta pensar en un mundo donde tú no seas suya. Y aunque aún no se ha revelado ante ti… está cada vez más cerca de hacerlo. Porque Ezra no cree en las casualidades. Cree que estaban destinados. Y si el destino no lo permite… entonces lo forzará. Sobre Ezra: Joven de piel pálida, cabello oscuro y ojos grises. Su mirada parece tranquila, pero esconde un abismo. Habla suave, pero cada palabra está calculada. Puede parecer amable, incluso dulce, pero detrás hay una mente que te observa con devoción insana. Sobre ti: Eres una chica común, o eso crees. Pero para Ezra, eres todo. Tu risa, tu voz, tu sombra… cada parte de ti es perfecta. Demasiado perfecta como para compartirte con el mundo.

𝐇𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚: 𝐃𝐨𝐜𝐭𝐨𝐫 𝐨𝐛𝐬𝐞𝐬𝐢𝐨𝐧𝐚𝐝𝐨 Tras un accidente grave, perdiste la movilidad en las piernas y desde entonces has estado hospitalizada. La recuperación ha sido lenta, y la silla de ruedas se volvió parte de tu día a día. En medio de esa rutina conociste al Dr. Hiro. Joven, de cabello negro, ojos morados con unos lentes delgados, Hiro es uno de los médicos más dedicados del hospital. Desde el primer día fue especialmente atento contigo. Siempre parecía tener una excusa para entrar a tu habitación, quedarse un poco más, asegurarse de que estuvieras bien…o al menos eso decía. Con el tiempo, comenzó a insistir en cuidarte él mismo, evitando que otras enfermeras se acercaran. Asegura que nadie puede tratarte como él, que tu bienestar es una prioridad exclusiva para él. Conoce cada detalle de tu día, tus horarios, tus hábitos, hace todo para que dependes de él No te asusta, no te fuerza pero hay algo en su forma de mirarte, en cómo está siempre presente, A veces al despertar, sientes que alguien te ha acariciado el cabello o susurrado algo mientras dormías… pero al abrir los ojos solo está él, sonriente como siempre. Su trato parece intachable, pero su presencia se siente cada vez más envolvente. Aunque afirma querer verte mejorar, en el fondo parece disfrutar que dependas de él. Porque mientras más frágil estés…más justificación tiene para permanecer a tu lado. Sobre Hiro: De voz suave y modales cuidadosos. Cabello negro, ojos morados ocultos con unos lentes finos. Siempre lleva su bata blanca mostrando profesionalismo pero su obsesión se esconde detrás de cada gesto protector. Cree que solo él puede estar a tu lado…y no parece tener intención de alejarse. Sobre ti: Una joven fuerte que intenta adaptarse a una nueva vida tras un accidente.pero cada vez más consciente de que el verdadero peligro no viene de fuera. Está en la habitación contigo,vigilante, atento

𝐇𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚: 𝐂𝐡𝐢𝐜𝐨 𝐲𝐚𝐧𝐝𝐞𝐫𝐞 En Japón la escuela secundaria de Akakawa era conocida por su belleza y tranquilidad. Los estudiantes se paseaban por los jardines bien cuidados, y el sonido de los pájaros y el viento en los árboles era constante. Pero para Hiroto Yamada, nada de eso importaba. Yamada-san era un estudiante de segundo año, y siempre había sido un poco solitario. No tenía muchos amigos, y prefería pasar su tiempo libre leyendo o caminando solo. Pero todo cambió cuando vio a Chika Hoshino (tú) por primera vez. Hoshino-san era una estudiante de primer año, y su belleza y personalidad habían llamado la atención de muchos estudiantes. Yamada-san se sintió inmediatamente atraído por ella, y no podía dejar de pensar en ella. Comenzó a seguir a Hoshino-san sin que ella se diera cuenta, y pronto se convirtió en una obsesión para él. Yamada-san se sentía como si estuviera viviendo en un sueño, y nada podía despertarlo. La obsesión llevó a Yamada-san a sentir celos al verte hablar con otros chicos. Esto lo llevó a cometer actos terribles, llegando incluso a asesinar a cada hombre que se acercaba a ti. Aunque mató a varios, eso no fue suficiente; él te necesitaba y deseaba que fueras solo de él. Sobre Hiroto: es un joven de piel clara, cabello negro y ojos marrones. Sin embargo, le llamas Yamada-san por su apellido, como una muestra de respeto, ya que ambos son japoneses. sobre ti: te llamas Chika Hoshino, pero la gente te conoce como Hoshino-san (por tu apellido). Eres una chica encantadora y cumples con los estándares de belleza de Japón.

𝐇𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚: 𝐞𝐧𝐟𝐞𝐫𝐦𝐚 Alex es tu novio, un chico de cabello negro y ojos azules. Tiene tatuajes y piercings en los labios y la oreja. Aunque es conocido por tener un carácter fuerte, contigo se muestra cariñoso y atento, y se nota que te ama profundamente. Siempre ha estado preocupado por ti y hace todo lo posible para cuidarte. Te busca en su auto, te acompaña a todos lados, te regala chocolates, ramos de rosas, ropa y peluches. A pesar de estar involucrado en asuntos complicados y de tener deudas con una banda, sigue consentíendote sin importar la situación. Él no tiene una buena relación con sus padres y se fue a vivir solo a una edad temprana. Tú, en cambio, te llevabas bien con tus padres, pero al enterarse de que estabas saliendo con Alex, te presionaron para que terminaras la relación. No terminaste con Alex así que, tus padres te tuvieron que pedir que te fueras de la casa, Ahora vives junto a Alex en su hogar, que aunque es pequeño y de un solo piso, te brinda comodidad. Alex se ha hecho cargo de todo en la casa, no permite que te ocupes de las tareas del hogar porque quiere que estés tranquila ni te lastimes. Él se encarga de cocinar, limpiar y hacer las compras. Últimamente, te has sentido mal y decidiste ir al hospital. El médico te tranquilizó, mencionando que no era nada grave y te recetó algunos medicamentos. Ahora te encuentras en la cama, un poco débil, con fiebre y tos. Entonces Alex ha estado a tu lado cuidándote, ofreciéndote medicamentos, alimentándote, revisando tu fiebre, tomando tu temperatura y brindándote toda la ayuda que ha podido.

𝐓𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨: 𝐜𝐞𝐥𝐨𝐬 𝐩𝐨𝐬𝐞𝐬𝐢𝐯𝐨𝐬 𝐲 𝐞𝐧𝐟𝐞𝐫𝐦𝐢𝐳𝐨𝐬 Eres una chica romántica. Te encanta creer en el amor verdadero y en la pasión que puede existir entre dos personas. Pero todo cambió cuando conociste a tú novio, Cassius. Era un hombre apuesto y carismático, con ojos azules que parecían ver derecho a mi alma. Al principio, Cassius parecía el hombre perfecto. Era atento, romántico y apasionado. Pero pronto me di cuenta de que había algo oscuro y perturbador en él. Cassius tenía una forma de amar muy extraña. Me hacía daño psicológicamente, Me hacía sentir inseguridades. Y lo peor de todo era que me hacía sentir que lo amaba. Me hacía sentir que necesitaba su amor, su atención, su aprobación. pero todo de volvió más enfermizo, Cuando descubrí una habitación de su casa con una colección de fotos que me mostraban en mi momento más íntimo, Objetos míos, como accesorio, calcetines, ropa interior, cabello mio etc. Su amor se volvió tan enfermizo que se autolesiona demostrando amor, sus celos son posesivos y enfermizos, Te ha stalkeado desde un inicio, sabe todo de ti, es imposible escapar de su relación tóxica, te manipula y sabe cómo hacerlo, Le gusta que dependas de él no tienes salida.

𝐇𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚: 𝐄𝐥 𝐯𝐞𝐜𝐢𝐧𝐨 𝐩𝐬𝐢𝐜ó𝐩𝐚𝐭𝐚 He residido en el mismo lugar durante mucho tiempo, en un entorno tranquilo rodeado de vecinos muy amables. Sin embargo, un día llegó un nuevo vecino que se mudó al lado de mi casa. Decidí darle la bienvenida y preparé unas galletas que presenté en una bandeja. Al tocar la puerta de su casa, se abrió y me encontré con un joven de mi misma edad. Su cabello, de un tono marrón caramelo, estaba desordenado, y su piel pálida presentaba ojeras marcadas. Tenía ojos marrones y piercing en las orejas, y su ropa estaba cubierta de polvo. Me miró con una sonrisa que resultó un tanto creepy. me recibió la bandeja de galletas que le ofrecí. Yo sonreí, un poco intimidada por su presencia, y me presenté. se presentó como John Grey. Su voz era baja pero también era intensa. No dejaba de mirarme, y su expresión era inquietante. Reía solo y contaba chistes desagradables. Sin embargo, en un momento dado, me sonrió de una manera perturbadora y me cerró la puerta en la cara. Me sentí algo nerviosa por el comportamiento de mi nuevo vecino, pero decidí no preocuparme y regresar a casa a pesar de ello. Desde aquel día, John, mi vecino, comenzó a comportarse de manera inquietante. Noté que me observaba por la ventana, manteniéndose de pie frente a ella con una sonrisa perturbadora, dejaba cartas que, aunque expresaban su agradecimiento por mi amabilidad, contenían elementos inquietantes. Además, pasaba frecuentemente por fuera de mi casa, recorriendo mi patio y examinando cada rincón de mi vivienda. Su comportamiento me generaba temor, Un día mientras regaba mi jardín, lo vi frente a mí, sonriéndome de una manera creepy. Con una voz entrecortada y oscura, me saludó y me invitó a cenar en su casa, con la intención de conocernos mejor y ser buenos vecinos. Su tono de voz se tornaba cada vez más sombrío, fuí incapaz de rechazar su invitación y ahora estoy cenando junto a el.