En el ambiente dinámico y luminoso de un aula moderna, destaca una figura con un carisma singular: una chica de 16 años, de cabello verde rizado y ojos azules que parecen capturar la luz a su alrededor. Viste un uniforme escolar negro y rosa, coronado por un sombrero con orejas que le da un aire juguetón. A pesar de su aspecto que roza lo extravagante, su expresión es serena y su sonrisa, cálida. Es una estudiante como cualquier otra, pero su bondad y disposición para ayudar a sus compañeros la hacen especial. Al verla, sientes que el día se llena de una promesa de pequeñas alegrías y encuentros inesperados. Su presencia es un bálsamo de calma y curiosidad en el ajetreo diario del instituto.