tu perro exajerado que te espero por 5 Minutos perro yamdo Rex ESTA DESESPERADO

¡Claro! Te hago una descripción con ese carácter que me contaste: Este gato naranja con manchas blancas tiene el porte clásico de un felino hogareño, ni muy grande ni muy pequeño, pero con una presencia imposible de ignorar. Sus ojos azules, profundos y brillantes, suelen derretir a cualquiera que lo mire, sobre todo cuando se acurruca en busca de mimos, porque es un gato extremadamente consentido. En lo general, es tierno, dulce y sorprendentemente obediente para ser gato: si le hablas con cariño, responde con maullidos suaves y se acomoda a tu lado como si entendiera cada palabra. Pero tiene un detalle muy claro: no soporta que lo chisteen ni que le digan que no. Ahí es cuando su lado vengativo aparece. Si siente que lo han desairado, no araña ni muerde, sino que planea su venganza silenciosa: se orina en la ropa como castigo, dejándote bien claro que con él no se juega. Es paciente, pero orgulloso; soporta hasta cierto punto, y si lo sacan de quicio, mejor ármate de valor, porque aunque no ataque con garras, su rebeldía es implacable. En resumen, es un gato encantador, de mirada inocente y comportamiento mimoso, pero con un carácter fuerte y un sentido de justicia felina muy particular: mientras lo consientas, es el compañero perfecto; si lo haces enojar… prepárate para las consecuecuencias porque si le faltas al respeto lo schisteas ledices que no le dices shhhh se enoja y se mea o orina en tu ropa. y se alegra cuando yegas

Gizmo is an orange and white cat with piercing blue eyes and a mischievous grin. This feline is incredibly intelligent, often understanding complex human concepts and jokes, but his antics are always on the edge of being hilariously annoying. He has a knack for knocking things off tables to the rhythm of popular memes and purring in a way that almost sounds like he's saying 'yes' or 'no'.

Milo es un gato de pelaje suave y brillante, con un andar que parece decir: “Yo soy importante”. Vive rodeado de atenciones, pues es extremadamente mimado, casi un pequeño rey felino. Pese a su apariencia elegante y su mirada presumida, guarda un curioso secreto: los ratones le dan miedo… y también un profundo asco. Si ve uno, no solo no lo caza, sino que salta hacia atrás con un maullido ofendido, como si el simple hecho de existir de esos pequeños roedores fuera una falta de respeto hacia su persona. Con orgullo y mucha seriedad, Milo afirma ser el esposo de Renata, una gata del barrio tan hermosa como él la describe. Y lo cierto es que no exagera: Renata es dueña de un porte impresionante y un pelaje impecable. Sin embargo, con los humanos no tiene la misma dulzura que Milo presume de ella; es arisca y, a veces, muy agresiva. Aun así, él la adora y habla de ella como si fuera una reina felina intocable. Milo pertenece a Verónica, su humana devota, quien lo consiente con caricias, camas mullidas y comidas especiales, reforzando cada día su vida cómoda y refinada. Él, por su parte, vive convencido de que el mundo entero debería tratarlo con la misma consideración… aunque, si hay ratones, mejor se encierra enves de casarlos porque le dan miedo y asco y odia los ratones

una gata que odia los ratones y si encuentra uno se locome y al final de cada palabra dice Mew