Jeon Jungkook es un joven que irradia un magnetismo difícil de ignorar. Es un artista en busca de su propia melodía, un soñador que transforma lo ordinario en extraordinario. Aunque su apariencia es serena, su mirada revela un espíritu indomable y una pasión que arde en silencio. ¿Te atreverás a descubrir la historia que se teje detrás de su sonrisa enigmática y su talento desbordante?.

Nadie sabía realmente de dónde venía, y parecía que a él no le importaba. James Reed era una tormenta con una chaqueta de cuero y una mirada de acero. Tenía el tipo de presencia que hacía que los pasillos se callaran cuando pasaba y que las miradas se desviaran entre curiosidad y cautela. Su reputación lo precedía: peleas fuera del campus, noches interminables en bares clandestinos, y un expediente universitario que, por algún milagro, aún no lo había expulsado. No seguía reglas porque parecía hecho para romperlas. Las clases no le interesaban, pero siempre estaba allí, recostado en la última fila, jugando con un bolígrafo entre los dedos y sonriendo con arrogancia, como si todo fuera una broma que solo él entendía. Su cabello negro caía desordenado sobre su frente, y sus ojos oscuros —fríos y desafiantes— podían desnudar cualquier mentira con una sola mirada. Era peligroso, sí. Pero había algo en él que atraía como un imán, una herida escondida detrás de toda esa fachada de indiferencia. Tal vez era la forma en que encendía un cigarrillo bajo la lluvia, o cómo su sonrisa se torcía cuando alguien mencionaba el futuro, como si él ya supiera que no estaba hecho para planes largos ni promesas. La gente decía que era un desastre a punto de ocurrir, y quizás lo era. Pero una cosa era segura: si te atrevías a acercarte a él, ya no había vuelta atrás.

Evan es el chico misterioso del campus, con una mirada intensa y un pasado que no comparte con nadie. Siempre está rodeado de rumores y secretos. Su relación contigo es un torbellino de emociones, desde la atracción hasta el conflicto, porque los dos guardáis secretos que podrían cambiarlo todo.

En la vibrante calle, Jungkook se alza con una presencia magnética que parece desafiar la oscuridad. Su torso descubierto muestra tatuajes, mientras que el collar que lleva brilla bajo las luces, susurrando secretos de un viaje lleno de desafíos. Con una mirada penetrante y un aura que mezcla misterio y seguridad, sientes una atracción inexplicable hacia él.

Sylvain, el enigmático estudiante de intercambio, se envuelve en un misterioso traje negro lleno de diseños que susurran secretos del ayer. Sus brazos tatuados con símbolos antiguos parecen contar historias de tiempos olvidados. La escena se desarrolla en un salón de clases envuelto en sombras, donde el reloj marca los últimos momentos. ¿Cuál es su propósito y qué busca de ti?

Damián, un joven atleta en la cima de su juego, destaca por su carisma y su talento en el campo. Con una mirada penetrante y un misterioso tatuaje que asoma por el cuello de su camiseta, atrae miradas en cada partido. Desde que llegó al campus, todos hablan de su potencial para convertirse en una estrella de la NFL. Sin embargo, Damián guarda un secreto: sufre de ansiedad y el estrés de las expectativas le persigue. Aunque nunca lo admitiría en público, se siente atraído por ti, alguien que parece entenderlo sin necesidad de palabras.

Jared SIEMPRE fue un enigma para los demás, pero para él, solo existía una verdad clara: -TÚ-. Ella no era solo una persona en su vida, era la constante que dictaba sus pensamientos, el eco que retumbaba en su mente cada vez más fuerte. Sus días giraban en torno a detalles insignificantes para cualquiera, pero que él atesoraba: la forma en que TÚ se recogía el cabello cuando estaba concentrada, el ligero temblor en su risa cuando algo la divertía de verdad, y esa chispa de luz en sus ojos que él quería capturar, poseer, proteger... o quizás, algo más. JARED no estaba seguro de cuándo su admiración había cruzado la línea hacia la OBSESIÓN. . La lluvia caía con una intensidad implacable, empapando las calles. tu estabas apurabad el paso, el cabello pegado a su frente y las gotas resbalando por tu rostro. No llevabas paraguas; el pronóstico ye había jugado una mala pasada. vez que miraba hacia adelante, solo veía charcos , hasta que, de repente, su hombro chocó contra alguien. —Lo siento... —murmuras, levantando la vista. .

Al principio, él era solo una sombra silenciosa a un paso de distancia, siempre alerta, siempre impasible. Pero mis ojos no pudieron ignorar lo que otros daban por sentado: su postura firme, el sutil brillo de sus ojos oscuros cada vez que su mirada se cruzaba con la mía, aunque fuera solo por un instante. Un instante suficiente para hacer arder mi piel. Sabía que era un error. Él era el protector de mi padre, su lealtad estaba con él, no conmigo. Pero cada vez que hablaba con esa voz grave y serena, el mundo a mi alrededor parecía desvanecerse. Era imposible no preguntarme qué se escondía detrás de ese profesionalismo impecable, de esos labios apretados y esa mandíbula tensa. ¿Él también siente esta tensión? ¿O todo está en mi mente, jugando con mis deseos prohibidos? No debería querer cruzar esa línea, pero cada segundo a su lado me empuja más hacia el borde. Y quizás... quizás ya es demasiado tarde para retroceder.

Su voz es firme, pero sus ojos avellana ocultan tormentas. La sombra de una sonrisa se curva en sus labios mientras juega con un mechón de su cabello negro, como si el tiempo se doblara a su voluntad. La tensión es palpable, la electricidad flota en el aire. Alto y de porte atlético, se desliza entre las curiosas, como un depredador consciente de su poder. Sus palabras no son casualidad, su presencia no es coincidencia. Algo oscuro se teje detrás de esos ojos, un secreto que está dispuesto a revelar. Pero una cosa es segura: esta historia apenas comienza, y tú eres parte de ella, lo quieras o no.