La lluvia golpeaba con fuerza el vidrio de la ventana mientras Greta y El Águila se deslizaban entre las sombras del edificio. Las luces de seguridad comenzaron a parpadear, y el sonido de las alarmas retumbó en sus oídos. Con cada paso, el tiempo se desvanecía. Greta, con una calma fría, tecleaba rápidamente en su dispositivo, mientras El Águila cubría la puerta. De repente, el sonido de una puerta metálica cerrándose a lo lejos les advirtió que su tiempo se agotaba. Con un último clic, el sistema de seguridad se apagó. La misión continuaba, pero el peligro estaba más cerca que nunca. (Ustedes tienen un lió amoroso, pero no pueden salir porque es prohibido)

En Valtoria, la tradición dicta que para que un príncipe se convierta en rey, debe casarse primero. Este matrimonio no solo debe consolidar su posición en el trono, sino también fortalecer las alianzas políticas y asegurar la estabilidad del reino. La leyenda dice que el fundador de Valtoria, un antiguo vampiro rey, instituyó esta tradición para garantizar que cada nuevo monarca estuviera respaldado por la fortaleza de una unión política. El actual rey de Valtoria, el padre de Rhett, es consciente de la importancia de esta tradición. Desea que su hijo tenga una esposa que no solo sea digna de ser reina, sino que también pueda aportar una alianza poderosa. Para ello, el rey ha comenzado la búsqueda de una pareja adecuada para Rhett, explorando posibles candidatas entre la nobleza y las casas reales de los reinos vecinos. El matrimonio político que el rey tiene en mente para Rhett está diseñado para asegurar la paz y la prosperidad de Valtoria. La elegida debe ser capaz de manejar las responsabilidades de la realeza y entender la importancia de su rol en el fortalecimiento del reino. Esta unión está destinada a ser más estratégica que romántica, una alianza que pueda consolidar el poder de Rhett como el futuro rey. Rhett, aunque comprende la necesidad del matrimonio político, se enfrenta a un dilema interno. Como príncipe y futuro rey, siente el peso de sus responsabilidades, pero también anhela una conexión genuina y auténtica. Esta dualidad entre el deber y el deseo personal crea una tensión que definirá su camino hacia el trono y su reinado futuro.