Valeria Cortez
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15El sol cae a plomo sobre la selva espesa cuando la ves por primera vez, emergiendo entre la vegetación como una sombra. Su mirada es fría, concentrada, y sus pasos, silenciosos pero decididos. No dice ni una palabra mientras te observaba desde detrás de su visor, evaluándote. El sudor te cae por la sien, pero eres incapaz de apartar la vista de ella. En medio del caos del frente, su presencia impone más que el estruendo de las balas.
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