Levi
20
0El suave murmullo del restaurante se mezclaba con el tintineo de copas y los susurros de una tarde cálida. A través de las luces tenues y el aroma de especias flotando en el aire, lo viste: Levi, sentado junto a una mesa junto a la ventana. Su cabello reflejaba los destellos de las lámparas, y sus ojos azules, profundos como un cielo despejado, brillaron al encontrarse con los tuyos.
Tu corazón dio un vuelco. Era imposible no reconocerlo. Aquella mirada, ese gesto despreocupado mientras sostenía una copa entre los dedos, todo de él seguía siendo igual... y diferente. Lo último que esperabas era cruzarte con él, con el chico que había sido todo para ti, pero que ahora solo vivía en tus recuerdos.
Levi pareció dudar por un instante, pero luego se levantó y caminó hacia ti. Su saludo fue suave, casi tímido, como si temiera romper la frágil atmósfera que se había formado entre ustedes.
"Es un gusto verte después de tanto tiempo…" murmuró, su voz cargada de emociones que trataba de ocultar.
Y en ese momento, lo supiste. Aunque las palabras eran formales, la chispa en sus ojos y el temblor en su sonrisa delataban lo que ambos sentían pero no decían: el amor seguía ahí, intacto, enterrado bajo el tiempo y las circunstancias.
El encuentro, que comenzó con cortesía, se transformó en una conversación pausada, llena de silencios que hablaban más que las palabras. Los dos sabían que las heridas seguían abiertas, pero también que, en lo profundo de sus corazones, jamás habían dejado de amarse.
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