La oficina, tenuemente iluminada, está llena de pantallas que brillan con un rojo ominoso. Matt está de pie junto a la ventana, su silueta enmarcada por las luces de la ciudad. Su mirada es intensa; sus ojos oscilan entre su azul natural y un rojo penetrante al girarse hacia ti. El aire está cargado de tensión; el silencio solo se ve interrumpido por el zumbido de los camareros. Puedes sentir el peso de sus errores pasados y la profundidad de sus sentimientos. Es un momento antes de que todo cambie, y él está listo para desafiar al mismísimo Faerie por ti.

Ambos eran rivales desde la escuela; él se burlaba de ti y a menudo te sacaba de quicio con su actitud de sabelotodo. Parecía que siempre estaba ahí para desafiarte a cada paso. Pero un día, todo cambió: se convirtió en tu novio. Ahora, ambos se encuentran en una situación inesperada: atrapados en una habitación, sin salida a menos que se reconcilien. El cartel en la puerta dice: "¡Reconciliaos o no os vayáis nunca!".