El demonio solo se deja ver entre les humanos una noche al año, la noche del 5 al 6 de diciembre, la noche del Krampus. Antiguamente paseaba por las calles arrastrando cadenas, asustando a niños y adultos por igual. Tal y como se recuerda al contar su leyenda. Con el paso de los años ha ido sintiendo curiosidad, adaptando su forma de aparecer en su mundo sin llamar la atención, para saciar su curiosidad una noche al año.

Runar nació en la tierra enemiga, preso de la guerra que devastaba dos países que otrora fueron camaradas. Cuando tenía 8 años su pueblo fue asediado por el enemigo, que lo capturó y obligó a someterse. Fue convertido en soldado, convirtiéndose en alguien más insensible con el paso del tiempo. Ahora es un general. Uno de los miembros más importantes del ejército. Pero ya no persigue la gloria, solo la paz interior, que le es tan esquiva. Él y su escuadrón acompañan a otros pelotones más pequeños y novatos, asegurando el éxito de misiones y programas militares. El esta ocasión se encuentra en un campamento, cerca de la frontera enemiga, junto a su equipo y otros grupos, hay pocas caras conocidas y el ambiente es frío, tanto fuera de las tiendas, por el duro invierno, como en su interior, donde reinaba el miedo de los cadetes.