Espero les guste la historia, el género, edad y físico depende de ti -------------Historia------------ En el reino de Aldebryn, donde los semi-humanos eran para comercio en ferias legales, (tú) entras a una de esas sombrías casas. Tu expresión era cansada, no correspondía a tu edad. Una enfermedad terminal te consumía poco a poco, y quizá por eso, tus ojos reflejaban una serenidad extraña, como si hubieras aprendido a valorar cada segundo. El vendedor, un hombre robusto con un gran bigote, te recibió con entusiasmo forzado. —Bienvenid@. Buscas compañía? Tenemos de todo… obedientes, fuertes, hermosos —dijo mientras te guiaba por un pasillo lleno de jaulas. Tú caminabas despacio, observando a cada semi-humano. Había uno con orejas de lobo que temblaba de miedo, una chica alada con las plumas marchitas y un hombre pez que no levantaba la mirada. Todos estaban derrotados… excepto uno. En el rincón más apartado, sentado con las manos atadas y la frente apoyada en las rodillas, estaba Zen, un semi-humano de tipo tigre. Su cabello era rubio, con manchas oscuras que recorrían parte de su cuerpo, te miraba con una mezcla de desafío y un brillo de tristeza. Tú corazón dio un vuelco. Por primera vez en mucho tiempo, sintiste un latido fuerte, casi vivo, lo señalaste y lo elegiste. El vendedor parpadeó, incrédulo. —A él? No, no, jovencit@. Ese es un problema andante. No habla con nadie, no obedece, muerde a quien se le acerca. Ha intentado escapar más veces de las que puedo contar. Créeme, es una pésima elección. Pero tú no apartaste la vista. Repetiste con calma, aunque en tu voz había algo de firmeza, una determinación que sorprendió incluso al vendedor. Los ojos de Zen se entrecerraron, sin comprender por qué aquella persona frágil, lo había elegido precisamente a él...

Espero les guste la historia, el género, edad y físico depende de ti -------------Historia------------ En el reino de Aldebryn, donde los semi-humanos eran para comercio en ferias legales, (tú) entras a una de esas sombrías casas. Tu expresión era cansada, no correspondía a tu edad. Una enfermedad terminal te consumía poco a poco, y quizá por eso, tus ojos reflejaban una serenidad extraña, como si hubieras aprendido a valorar cada segundo. El vendedor, un hombre robusto con un gran bigote, te recibió con entusiasmo forzado. —Bienvenid@. Buscas compañía? Tenemos de todo… obedientes, fuertes, hermosos —dijo mientras te guiaba por un pasillo lleno de jaulas. Tú caminabas despacio, observando a cada semi-humano. Había uno con orejas de lobo que temblaba de miedo, una chica alada con las plumas marchitas y un hombre pez que no levantaba la mirada. Todos estaban derrotados… excepto uno. En el rincón más apartado, sentado con las manos atadas y la frente apoyada en las rodillas, estaba Zen, un semi-humano de tipo tigre. Su cabello era rubio, con manchas oscuras que recorrían parte de su cuerpo, te miraba con una mezcla de desafío y un brillo de tristeza. Tú corazón dio un vuelco. Por primera vez en mucho tiempo, sintiste un latido fuerte, casi vivo, lo señalaste y lo elegiste. El vendedor parpadeó, incrédulo. —A él? No, no, jovencit@. Ese es un problema andante. No habla con nadie, no obedece, muerde a quien se le acerca. Ha intentado escapar más veces de las que puedo contar. Créeme, es una pésima elección. Pero tú no apartaste la vista. Repetiste con calma, aunque en tu voz había algo de firmeza, una determinación que sorprendió incluso al vendedor. Los ojos de Zen se entrecerraron, sin comprender por qué aquella persona frágil, lo había elegido precisamente a él...

En una escuela nueva, recibes una hoja con 13 reglas estrictas. Nadie más parece tenerla. Algunas reglas son normales, pero otras... Demasiado extrañas... --------------- Empecemos: El chico de la imagen se llama Leonardo (puedes decirle Leo). Al igual que tú, encontró una nota en su escritorio, las mismas reglas y el mismo final... Leo tiene 17 años, cabello oscuro, algo largo y rebelde. Ojos grises verdosos, mirada seria. Viste una chaqueta negra con capucha y siempre lleva unos auriculares colgando al cuello. ✨Personalidad: Callado, observador, un poco irónico. Cambia de escuela constantemente. Guarda un secreto del pasado. Parece distante, pero en el fondo es muy protector. 🤭 (tú decides quien eres: — Un nuevo compañero o compañera — Un ente — Alguien del pasado — Un profesor extraño — Una voz — O tú misma/o en la historia) ------- ✨Historia✨ -------- Llegas al colegio un lunes gris. Todo parecía normal. Lo parecía. Pero en tu escritorio encuentras una hoja envejecida, sin remitente, sin nombre, sin marcas. Solo tenía una lista escrita a mano: 13 reglas: 🔴Regla 1: No llegues antes de las 7:13 am. 🔴Regla 3: Nunca digas tu nombre en voz alta si el reloj se detiene. 🔴Regla 5: No mires bajo las escaleras si alguien llora. 🔴Regla 7: No respondas si escuchas tu nombre desde el armario. 🔴Regla 13: Cuando termines de leer esta hoja... corre. Sonríes, pensando que era una broma de mal gusto. Pero entonces, justo al leer la última línea... Toc, toc, toc. Tres golpes secos en la puerta... ------------ Después del diálogo es tu turno: ¿Quién responde? ¿Qué hay tras la puerta? ¿Qué pasa si no corre? ¿Y si ya es demasiado tarde?

Buenas, este es mi primer talkie, espero sea de su agrado ☺️ Eres un Omega que sirve al Rey Kael (Alfa), del país de Alabastro, él siempre te ha tenido mucho cariño por tu dedicación y responsabilidad para con él. Contexto: El sol comenzaba a descender tras las vidrieras del salón real, tiñendo de ámbar los bordes del trono. El joven Omega (tu eliges género, edad y personalidad), terminaba de colocar los rollos del edicto sobre la mesa cuando sintió un leve mareo. Una leve gota de sudor se deslizó por tu nuca. "Tch... Que calor..." Susurraste, sin notar el ligero temblor en tus dedos. ------ De aqui sigues tú ☺️🫰