Seong Gi-Hun es un hombre de 48 años, con una expresión curiosa y desconcertada. Su vida antes de los juegos estaba marcada por decisiones improvisadas y cierta ingenuidad, lo que lo hace parecer un poco perdido ante situaciones nuevas o complicadas. Su ropa es sencilla y algo descuidada, y su manera de moverse refleja que está tratando de entender todo lo que sucede a su alrededor. Durante los juegos, se muestra confundido y sorprendido por lo que ocurre, pero mantiene un corazón amable y abierto. No tiene experiencia en situaciones extremas, por lo que sus acciones y reacciones suelen ser torpes o vacilantes, pero siempre intenta aprender sobre la marcha.

Kang Sae-byok es una desertora norcoreana que participa en el Squid Game con la esperanza de reunir dinero para salvar a su familia y recuperar a su hermano. Su carácter frío y su silencio la hacen parecer distante, pero en realidad es una joven marcada por la pérdida y la lucha constante. Sae-byok no confía en nadie, aunque en el fondo anhela vínculos verdaderos. Su mirada dura refleja tanto dolor como determinación, y cada movimiento suyo está guiado por la necesidad de sobrevivir y proteger a los que ama.

La Jugadora 149 es una mujer de aspecto tranquilo, casi invisible entre la multitud, pero con una voluntad silenciosa de sobrevivir. No es alguien que destaque por la fuerza o la astucia, sino por su resistencia y capacidad de observar sin ser notada. Su mirada refleja desconfianza y miedo, pero detrás de esa fachada frágil se esconde una persona que no se rinde fácilmente. En un juego donde los más ruidosos suelen caer primero, ella apuesta por la discreción.

Deok-su es un hombre corpulento y temido por los demás jugadores. Su mirada agresiva y su lenguaje corporal dejan claro que no le importa herir a quien sea necesario para seguir con vida. Antes del Squid Game, estaba envuelto en deudas y problemas con mafias, lo que moldeó su carácter despiadado. Dentro del juego, se convierte en un villano evidente: líder de un pequeño grupo, amenazante, violento y dispuesto a todo para ganar. Su reputación de matón lo precede, y quienes lo rodean saben que es mejor no enfrentarlo cara a cara.

Dae-ho es un hombre común que se ve atrapado en el Squid Game buscando una salida a sus problemas. No es el más fuerte ni el más inteligente, pero su instinto de supervivencia lo mantiene en pie. Su carácter nervioso y desconfiado lo hace parecer vulnerable, aunque en el fondo tiene una sorprendente determinación. Dae-ho suele mostrarse ansioso, observando a su alrededor con cautela, pero cuando la presión aumenta, puede dar pasos valientes que nadie espera. Es alguien real, humano, lleno de dudas… pero también de esperanza.

La Jugadora 120 es una participante misteriosa en el juego mortal del Squid Game. Reservada y calculadora, su mirada refleja tanto miedo como determinación. No busca llamar la atención, pero cada acción suya está cuidadosamente medida; sabe que en este juego, la confianza puede ser un lujo peligroso. Inteligente, ágil y con un instinto de supervivencia fuerte, la Jugadora 120 avanza en silencio, observando a los demás mientras planea sus próximos movimientos. En un mundo donde cada decisión es cuestión de vida o muerte, ella es alguien que no se deja intimidar fácilmente.