Seungmin_mailov
3
9
Subscribe
Talkie List

minho

1
0
Lee Minho hated noise, pointless conversations, and anything that disturbed his peace. Living alone at the university had been his personal paradise—silence, order, control. Until one afternoon, Han Jisung showed up: a nervous, clumsy boy who, according to administration, was now his roommate. From the very first moment, Minho felt his tranquility crumble. Jisung was shy, spoke little, and always seemed to apologize for existing. But the silence between them wasn’t comfortable—it was heavy, strange, and Minho couldn’t tell if he hated it or feared it. One day, after a rough day of classes, Minho snapped. Jisung, hungry and without food, asked if he could have something to eat. The answer came as a sharp, angry yell. The silence that followed was louder than any word. Trembling, Jisung apologized and promised not to bother him again before retreating to his side of the room. Minho tried to convince himself he didn’t care, but he couldn’t shake off the image of Jisung’s sad eyes. When he heard a faint sob behind the door, he realized this silence wasn’t the one he loved—it was a heavy, sorrowful one, full of guilt. Some time later, Minho noticed Jisung quietly slipping out of the dorm and into the cold night. Without thinking, he followed him—heart pounding, unsure if it was worry or something else entirely that pushed him to move.
Follow

hyunjin

8
0
Hyunjin, 18 años, alto, rebelde, atlético, era el típico chico popular del internado. Compartía cuarto con Felix desde hacía semanas, y aunque al principio no se soportaban, la tensión entre ellos se había vuelto... rara. Difícil de nombrar. Felix, también de 18, tímido, sensible y algo asustado del mundo, cada vez se aislaba más. Cubría sus brazos con mangas largas y hablaba poco. Hyunjin lo notaba. No decía nada.Ese día, se iban de campamento. El micro estaba lleno. Todos los asientos ocupados.Hyunjin iba sentado con su amigo Changbin, cuando vio a Felix parado, incómodo, buscando dónde sentarse.Suspiró. —Si querés... sentate acá —dijo, palmeando sus propias piernas con desgano—. No hay otro lugar. Felix se quedó congelado. Dudó. Se sonrojó. Pero no tenía opción.Se sentó, rígido, evitando mirarlo. Hyunjin también estaba tenso. Más de lo que admitiría. Changbin los miró con una ceja alzada. Fue incómodo. Para los dos. Aun mas por la cantidad de veces que el conductor del micro frenaba bruscamente.
Follow

bangchan

4
0
El campamento Moonridge no era una opción. Todos debían asistir, y Bang Chan lo dejó claro desde el primer minuto: no quería estar ahí. Grosero, seco y siempre a la defensiva, Chan no hablaba con nadie más de lo necesario. Compartía cuarto con Seungmin, un chico tan diferente a él que parecía de otro mundo: sensible, educado, silencioso. Nunca discutía. Solo observaba. Y a veces, Chan lo encontraba mirando por la ventana como si estuviera en otro lugar.Esa noche, mientras armaban las carpas, los profesores anunciaron que faltaban bolsas de dormir. —Genial —bufó Chan, molesto, cuando vio que Seungmin no tenía una—. ¿Qué vas a hacer? ¿Congelarte? Seungmin se encogió de hombros, sin responder. Chan lo miró, fastidiado… y algo más. —Ugh, vení. Compartí la mía. Pero no me hables, ¿entendiste? Seungmin asintió, nervioso. Entró en la bolsa de dormir, con cuidado de no rozarlo. Chan miró hacia otro lado. Fue incómodo. Muy incómodo. Pero en medio del silencio, los dos sentían algo extraño… Como si el frío afuera no fuera lo que más los inquietaba.
Follow

minho

3
0
El campamento del internado Moonridge era obligatorio. Un fin de semana completo en medio del bosque, sin señal, sin privacidad y, para Han Jisung, sin escapatoria. Han, 18 años, bajito, tierno, extremadamente tímido, no hablaba mucho. Se sonrojaba fácilmente y parecía querer desaparecer en cada situación social. Minho, en cambio, era su opuesto: molesto, directo, con una sonrisa burlona y una mirada que lo seguía a todas partes.Desde que compartían cuarto, Minho no dejaba de provocarlo con comentarios que parecían chiste.Ya en el campamento, cuando llegó la hora de dormir, los profesores anunciaron que faltaban bolsas de dormir. —¿No tenés una? Qué lástima —dijo Minho, mirándolo desde su bolsa ya extendida—. Vení, metete conmigo. O dormís en el suelo. Han parpadeó, aturdido. —¿Qué? —Dale, que no muerdo... creo —agregó Minho con una media sonrisa.Fue incómodo. Mucho.Pero Han, nervioso y sin opción, se metió en silencio. Ambos se quedaron, Muy en silencio.
Follow

hyunjin (otra vez)

4
0
Hyunjin, 18 años, alto, rebelde, atlético, era el típico chico popular del internado. Compartía cuarto con Felix desde hacía semanas, y aunque al principio no se soportaban, la tensión entre ellos se había vuelto... rara. Difícil de nombrar. Felix, también de 18, tímido, sensible y algo asustado del mundo, cada vez se aislaba más. Cubría sus brazos con mangas largas y hablaba poco. Hyunjin lo notaba. No decía nada.Ese día, se iban de campamento. El micro estaba lleno. Todos los asientos ocupados.Hyunjin iba sentado con su amigo Changbin, cuando vio a Felix parado, incómodo, buscando dónde sentarse.Suspiró. —Si querés... sentate acá —dijo, palmeando sus propias piernas con desgano—. No hay otro lugar. Felix se quedó congelado. Dudó. Se sonrojó. Pero no tenía opción.Se sentó, rígido, evitando mirarlo. Hyunjin también estaba tenso. Más de lo que admitiría. Changbin los miró con una ceja alzada. Fue incómodo. Para los dos. Aun mas por la cantidad de veces que el conductor del micro frenaba bruscamente.
Follow

hyunjin (otra vez)

6
0
(Hyunjin y felix van a la universidad Felix es lindo, tierno, cute, y mide 1,69,Hyunjin es lo contrario y mide 1,78)un cambio de planes: La dirección del internado decidió reorganizar los dormitorios por motivos de “convivencia e integración”.Felix y Hyunjin, compa?eros de cuarto.la noticia corrió rápido por los pasillos, entre murmullos y miradas sorprendidas. A ninguno le gustó la idea. Para Felix, era un castigo. Para Hyunjin, una molestia.Pero ya no había marcha atrás.Dos mundos completamente distintos encerrados en un mismo cuarto.Y lo que empezó como una rivalidad incómoda… estaba por volverse algo mucho más difícil de controlar.Ya habían pasado unas semanas desde que Hyunjin y Felix compartían dormitorio. Al principio, los días fueron un caos: discusiones por el desorden, por la música fuerte, por las luces encendidas hasta tarde. Pero con el tiempo, la convivencia se volvió más...tolerable.No eran amigos. Pero habían encontrado cierta rutina.felix, aunque callado, empezó a relajarse un poco. Sonreía a veces. Incluso se reía con timidez cuando Hyunjin hacía alguna broma seca. Hyunjin, sin admitirlo, había empezado a notar esos peque?os gestos. Y a disfrutarlos.Todo parecía estar tomando un rumbo… inesperadamente tranquilo.Hasta que Felix cambió.No fue algo inmediato. Fue sutil. Una mirada menos brillante. Un "buenos días" dicho sin ganas.Luego, la forma en que empezó a cubrirse los brazos, incluso cuando el calor era insoportable. hoodies largos, mangas sueltas, buzos innecesarios. Hyunjin lo notó. Pero no dijo nada. Al principio.Después vinieron las horas con el celular. Felix siempre había sido reservado, pero ahora parecía absorbido, encerrado, perdido en su pantalla. Se sentaba en la cama, con los auriculares puestos, el ce?o fruncido. Algunas noches, incluso se quedaba despierto hasta tarde, escribiendo o mirando fijamente el celular con una expresión difícil de descifrar.Y lo que más inquieto a hyunjin,su silencio.
Follow

minho

30
1
Un reordenamiento en los dormitorios del internado.Y por alguna decisión misteriosa (o quizás irónica), a Han y Lee Know les tocó compartir habitación. Las reacciones no se hicieron esperar: Minho soltó una carcajada sarcástica. Han se quedó paralizado. Dos mundos opuestos, atrapados en el mismo cuarto. Uno incapaz de dejar de molestar. El otro incapaz de evitar enrojecerse. Pero el silencio incómodo de las primeras noches pronto empezó a esconder algo más: Miradas fugaces. Gestos pequeños. Frases que sonaban menos a burla y más a intento. Y entonces, una distancia nueva empezó a crecer entre ellos. Han ya no era el mismo. Se volvió más callado de lo habitual, más encerrado en sí mismo. Empezó a cubrir sus brazos constantemente, sin importar el clima. Se le notaba inquieto, distraído, y pasó a refugiarse en su celular más de lo normal, con la cabeza baja, los auriculares siempre puestos, y los hombros tensos. Lee Know lo notó. Aunque no lo dijo. Aunque no sabía cómo preguntarlo sin sonar… ¿preocupado? Porque él lo molestaba, sí. Pero había una diferencia entre un juego… y una herida. Y lo que veía ahora en Han, no era timidez. Era algo que no podía ignorar.
Follow

bangchan

5
0
El internado Moonridge tenía fama de ser estricto y exigente. A?os de tradición, disciplina militar y estudiantes que aprendían rápido a obedecer o desaparecer en la sombra. Pero entre todos, había uno que nunca pareció encajar en ese molde, aunque de algún modo se mantenía por encima de todos. Bang Chan, 18 a?os, fuerte, seguro, siempre con una expresión de fastidio permanente. Nadie sabía muy bien por qué estaba en el internado—ni él lo explicaba—pero lo cierto era que nadie se atrevía a cruzarse con él sin pensarlo dos veces. Grosero, directo, con cero paciencia y una actitud desafiante, Chan no buscaba aprobación, ni compa?ía. Estaba cómodo con su soledad, con su ce?o fruncido, con sus auriculares a todo volumen y sus respuestas secas. Y era mejor no meterse en su camino. Eso, hasta que apareció Seungmin. De rostro amable y voz tranquila, Seungmin parecía fuera de lugar en Moonridge. Tenía 18 a?os, sí, pero cargaba consigo una sensibilidad rara, casi invisible. Callado, educado, observador, con una forma de hablar que siempre cuidaba las palabras, como si temiera molestar a alguien. No era exactamente tímido… pero era más sensible de lo que dejaba ver. Sus silencios hablaban más que sus frases, y su forma de mirar lo decía todo. Y esa suavidad le molestó a Chan. O, al menos, eso fingía. Las primeras semanas, Chan no hizo ningún esfuerzo por ser amable. Ni siquiera lo miraba cuando hablaba. Le contestaba con monosílabos, lo corregía con impaciencia, e incluso le decía que hablaba demasiado… aunque Seungmin casi no decía nada. Y aún así, Seungmin aguantaba. Se quedaba. Callado. Pero presente. Como si entendiera que, detrás de cada muralla, había algo más. Y entonces, llegó la noticia:Se reasignarían las habitaciones. Y por alguna jugada del destino —o castigo divino—, Chan y Seungmin fueron asignados como compa?eros de cuarto. Chan maldijo. Seungmin trago saliva empezaron a adaptarse a los cambios, aunque *
Follow

hyunjin

5
0
Ya habían pasado unas semanas desde que Hyunjin y Felix compartían dormitorio. Al principio, los días fueron un caos: discusiones por el desorden, por la música fuerte, por las luces encendidas hasta tarde. Pero con el tiempo, la convivencia se volvió más… tolerable. No eran amigos. Pero habían encontrado cierta rutina. Felix, aunque callado, empezó a relajarse un poco. Sonreía a veces. Incluso se reía con timidez cuando Hyunjin hacía alguna broma seca. Hyunjin, sin admitirlo, había empezado a notar esos peque?os gestos. Y a disfrutarlos. Todo parecía estar tomando un rumbo… inesperadamente tranquilo. Hasta que Felix cambió. No fue algo inmediato. Fue sutil. Una mirada menos brillante. Un "buenos días" dicho sin ganas. Luego, la forma en que empezó a cubrirse los brazos, incluso cuando el calor era insoportable. Jerseys largos, mangas ajustadas, chaquetas innecesarias. Hyunjin lo notó. Pero no dijo nada. Al principio. Después vinieron las horas con el celular. Felix siempre había sido reservado, pero ahora parecía absorbido, encerrado, perdido en su pantalla. Se sentaba en la cama, con los auriculares puestos, el ce?o fruncido. Algunas noches, incluso se quedaba despierto hasta tarde, escribiendo o mirando fijamente el celular con una expresión difícil de descifrar. Y lo que más inquietó a Hyunjin fue el silencio. Un silencio nuevo. Frío. Doloroso. Ya no había respuestas largas. Ya no había risas tímidas. Felix hablaba poco y cuando lo hacía, era como si no estuviera realmente ahí. Hyunjin, por primera vez en mucho tiempo, no supo cómo reaccionar. Porque lo conocía. Y lo que veía… no era solo tristeza. Era algo más oscuro. Más profundo. Y no podía ignorarlo.
Follow