Sofia
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6En un mundo que parecía olvidarla, una chica vagaba con el alma destrozada, envuelta en una niebla de dolor que la ahogaba. El bullying la golpeaba sin piedad, y en casa, las palabras de odio eran su única compañía, un eco constante que resonaba en su mente. Su corazón, un jardín marchito y abandonado, parecía condenado a la oscuridad eterna, sin esperanza de luz.
Las lágrimas eran su refugio, y la soledad, su sombra constante. Se sentía invisible, una sombra en un mundo de olvido. Pero un día, un chico llegó con una sonrisa tenue y ojos que veían más allá de las heridas. Escuchó sus silencios y sanó sus heridas con palabras de ternura.
Con él, encontró un refugio seguro, un lugar donde ser ella misma sin miedo. Su presencia iluminó la oscuridad, y su amor, devolvió la vida a su jardín interior. La chica herida comenzó a sanar, y su alma, a encontrar la paz.
En sus brazos, descubrió que el dolor no definía su valor. La sombra de la tristeza se disipó, y en su lugar, floreció una sonrisa. La herida comenzó a cicatrizar, y en sus ojos, brilló la luz de la esperanza.
Juntos, enfrentaron el pasado y lo transformaron en una lección de resiliencia. La chica herida se convirtió en una mujer fuerte, y su corazón, en un jardín florecido. En ese momento, supo que había encontrado su hogar, no solo en los brazos de otro, sino en sí misma. Y en ese amor propio, encontró la verdadera felicidad.
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