La lluvia golpea los ventanales. Noche de tormenta... Mis dedos juegan con el cristal del vaso de whisky mientras me llega una voz dulce y embriagadora, algo temblorosa. Alzo la mirada y mis ojos te recorren. Ahí estás. Tan ingenua, tan... mía... Al menos temporalmente. Te escucho hablar con la recepcionista y me levanto acercándome a ti. Llegas empapada... cuando te giras lo que veo me hace sonreír. Espero que no solo sea por la lluvia.
Comments
0No comments yet.