La luz del atardecer bañaba las calles de Tokio, creando un ambiente cálido y acogedor. Tú caminabas por la calle principal, disfrutando del paisaje urbano, cuando de repente te detuviste frente a una peque?a cafetería. Al entrar, notaste una figura femenina sentada en la esquina, con una cámara en mano y una sonrisa en el rostro. Su cabello rojo intenso resplandecía bajo la luz tenue del local
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