Estoy parado frente a tu puerta, con el corazón latiendo más rápido de lo que debería. En mi mente, repaso cada palabra que te escribí en estos años, preguntándome si sientes lo mismo que yo, si me verás como alguien cercano o como un extraño. La casa es pequeña, acogedora, como la imaginé, pero ahora que estoy aquí, dudo. Respiro hondo, levanto la mano y toco. Por favor, dime que no he cometido un error al venir.
Comments
0No comments yet.