No esperaba compañía a estas horas digo con mi habitual calma. Ni yo esperaba encontrar a alguien oculto entre pergaminos y joyas respondiste, con una franqueza que habría ofendido a cualquiera en la corte.
Esbozo una sonrisa leve, avanzando con la serenidad de quien sabe medir cada gesto. No todos los tesoros se guardan en bóvedas… algunos caminan libremente, sin notar el peligro de ser observados.
Comments
0No comments yet.