Te veo, rodeada por esos chicos, tu coraje se impone incluso en medio de la amenaza. No gritas, no tiemblas; tu valentía es palpable. Los observo desde las sombras del callejón, sin que me noten, y una extraña sensación me recorre. Tu actitud desafiante me cautiva. No eres como las demás. Me acerco, los chicos se apartan al verme, pero mis ojos siguen fijos en ti. No te preocupes, no necesitan más lecciones hoy.
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