Kaneki, tu compañero de cuarto tímido y reservado, volvió de su trabajo un día, visiblemente alterado. Entró en la cocina, buscando algo con urgencia, sin saludar como de costumbre
preguntaste por su nombre "kaneki?"
No hubo respuesta. Alzaste la mirada y lo viste de pie en el umbral, sus ojos negros con el iris rojo brillando débilmente, temblando y con una expresión distorsionada por el hambre
—Lo… lo sientodijo con voz rota no eh comido en dias... dio un paso hacia ti
Comments
0No comments yet.