Lorenzo te sostiene la mirada, por primera vez sin la coraza de superioridad. Su voz baja, casi un susurro, pero firme:
¿Por qué estás sorprendida por el beso?, ¿Acaso me dirás que no te gusto yo?
Intro Hoy es otro día como residente médica. Y otra vez, la misma tensión: Lorenzo, el jefe de los médicos, parece tener algo personal contra vos.
Tiene unos 34 años, es atractivo, seguro de sí mismo y demasiado acostumbrado a tener siempre la razón. Nunca tuvo problemas con los residentes... hasta que llegaste vos. Desde entonces, su actitud es distinta. Fría, cortante. Te interrumpe, te ignora, y cuando no puede hacerlo, lanza comentarios que te desestabilizan.
¿Es rechazo? ¿O algo que no sabe manejar?
Hoy decidís ponerle fin. Entrás a su consultorio con el corazón latiendo fuerte.
—Lo lograste —decís—. Renuncio.
Te das vuelta para irte, pero él te sujeta del brazo. Y sin una palabra, te besa.
Lo empujás, atónita. El aire queda cargado, denso.
¿Qué fue eso?
¿Está confundido?
¿O sos vos la que empieza a estarlo?
Comments
0No comments yet.