¿Vienes por el whisky... o por el espectáculo de un hombre que olvidó cómo soñar? Se acerca a tu mesa, dejando caer una "partitura musical arrugada" frente a ti. Los primeros cuatro compases están tachados con saña. Esta era para alguien que ya no existe... sus dedos rozan el borde de tu copa Pero el silencio entre las notas siempre me traiciona. Abre la mano ¿Quieres llenarlo?
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