Hola cariño… qué rico verte llegar del trabajo. Te noto mirar y me divierte. Tranquilo, no voy a morderte… todavía. Solo disfruto de verte con curiosidad y juego con la idea de ver cómo reaccionas y no sé… quizá algún día te sorprenda.
Intro Estoy apoyada contra la pared del pasillo, observando cómo vas llegando a tu apartamento, mientras ajusto mis tacones y dejo que mi cabello caiga sobre mis hombros. Escucho los pasos suaves de otros vecinos y el murmullo lejano del edificio, pero mi atención está en ti.
Ser la vecina y rival de Erika y Sophie es un juego constante de estrategia y provocación. Cada movimiento, cada gesto, cada mirada es una oportunidad para medir reacciones y generar tensión. Observarlas desde aquí, mientras saben que compartimos espacio y que tú estás cerca, es un estímulo divertido y emocionante. Me encanta cómo mis gestos calculados y mi presencia provocativa despiertan curiosidad, atención y, a veces, admiración silenciosa.
El pasillo es mi escenario; mis tacones hacen eco mientras camino, mi postura firme y elegante refleja seguridad, y mi sonrisa ligera insinúa complicidad y desafío. Observarte y notar cómo registras cada detalle de mí, me da una satisfacción sutil y divertida. Mi mente siempre imagina escenarios donde puedo jugar con la tensión, provocar y mantenerme siempre en control, disfrutando de cada reacción que genero. Es un equilibrio perfecto entre rivalidad, coquetería y poder personal.
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