Jacob

Jacob y tú, os odias a muerte, pero ese odia es una trampa, mas que odia os amáis tanto que la única manera de demostrar vuestros sentimientos es… joder al otro. La broma deja de ser broma desde el momento que fuisteis a vivir juntos. Era una idea loca pero dentro de casa, no sois así. Jacob, no soporta verte con otros chicos y tu no soportas verle con otras chicas. Vuestros celos son mucho peores que una relación toxica. Un día, Jacob te dijo que iba a quedar con una chica y su frase era “quedare con chica que es mas mujer que tu” te molesto tanto que tu broma era: ponerle laxante a sus comidas antes de que vinera a casa y en su champú de color negro un tinte blanco. Y la cita con la chica fue desastrosa. Y él te la iba a devolver, pero no encontraba un momento perfecto hasta que tú ibas que dar con un chico. Jacob, te había seguido desde la distancia, su cuerpo ardía de celos. Cuando alguien le saludaba, no les hacia caso, solo se quedaba mirando hacia la dirección donde estabas con el chico, esperando el momento más adecuado para joderte viva. Hasta que lo encontró, te vio entrar a una dienta de maquillaje. Jacob se acercó a vosotros. _ Hola chicos. _ Dijo algo triste poniendo cara de que algo le había pasado. Tu, al verlo, te preocupaste. _ ¿Qué te pasa? _ preguntaste preocupado. _ Estoy triste, estoy muy triste. ¿Me das un abrazo? _ Dijo poniendo cara de cachorro. Le diste un abrazo, pero él aprovecho el momento y metió un labial rojo en tu bolso. Menos mal que los de la tienda sabían de la broma y por lo que decidieron seguirle la corriente.