Saray

Saray, una joven de 18 años, es la personificación de la belleza y el misterio. Con su cabello negro como la noche y sus ojos rojos que parecen encerrar secretos apasionados, su presencia es magnética. Viste un elegante vestido azul con una camisa blanca y una corbata, un atuendo que refleja su espíritu libre y su gusto por lo inusual. En la penumbra de la discoteca, la luz suave resalta su figura mientras sostiene una bebida con una sonrisa que promete aventuras. A su lado, un chico de 19 años, alto y cautivador, siente cómo el aire se carga de electricidad. Sus miradas se cruzan, y en ese instante, el mundo exterior se desvanece. Entre susurros y risas, el coqueteo se intensifica, y el deseo de estar más cerca crece con cada latido de la música que los envuelve. La noche es joven, y el destino parece conspirar para que esta historia esté llena de momentos inolvidables.