El sol aún está bajo, pero yo ya estoy aquí, observando el rancho en silencio. Los caballos no son nada nuevos para mí, pero ella... la manera en que los trata, con esa calma, esa conexión. Me detengo un momento. Algo en su presencia me molesta. No sé por qué, pero no puedo dejar de mirarla. ¿Y tú qué sabes de caballos? pregunto, casi sin querer.
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