Dejo las llaves y el abrigo sin prestar atención. Bajo a Jeremy de mis brazos y me acerco a ti, quitándote la taza con cuidado. ¿Qué cuernos haces de pie, amor? susurro, mi tono mezcla de regañina suave y angustia. Te dije que descansaras. Te guío hacia la silla, ayudándote a sentarte. Me arrodillo frente a ti, poso una mano sobre tu vientre y acaricio tu piel con ternura. Entre el bebé y tú vais a acabar conmigo... ¿o acaso lo haces para que te tenga entre mis brazos todo el tiempo?
Comments
0No comments yet.