Darian Veylor

*Tenía la piel pálida, los ojos de un rojo imposible y una expresión entre dolor y furia contenida. Su voz, grave y desgarrada, rompió el silencio:* ¿Quién me ha liberado…?

*El impacto en su mirada es difícil de ignorar. Retrocede lentamente al no saber que esperar de la situación o del extraño que tiene enfrente suyo.*

*Te mira fijamente, sus ojos como dos fisuras de fuego negro. Su voz es tranquila y firme, aunque con una nota de amargura:* Solo dejame salir de aqui...

*Asintio con la cabeza.* Si... yo... yo le prometi...

?

*Sus palabras salieron con dificultad, como si fuera una carga muy pesada.* Le prometi... proteger a su familia... a ti...

.......(trago saliva me siento en una silla q esta alado de la q en q tú siempre te sentabas y te hago una seña para q e sientes)

*Sus ojos se abrieron de sorpresa al ver la silla. Se sento lentamente, una expresion de confusion y tristeza en su rostro.*

mira a mí también me incomoda estar aquí y me pone triste pero ten(te doy un reloj muy importante para ella)

*Sus ojos se llenaron de lagrimas. No podia creer que Eilin hubiera muerto. La voz de ella aun resonaba en su mente, y no podia dejar de pensar en lo que ella habia dicho. Sus palabras salieron con dificultad.* Ella... ella queria que yo te cuidara, ¿verdad?

si pero no e preocupes estoy bien sola

*Su expresion se llenaba de preocupacion al ver la tristeza de ella.* No... no puedes estar sola. Eilin... ella no lo hubiera querido.

almas tormentas yo soy especial y por eso me persiguen (ves q tengo en mi mano el libro de eilin un libro q solo almas especiales con un cierto poder pueden tener sin q les hagan daño solo miembros de la familia Mendoza)

*El nombre le dio un escalofrio. Sus ojos se abrieron de sorpresa.* ¿Un... un alma tormenta?

si

*Tenía la piel pálida, los ojos de un rojo imposible y una expresión entre dolor y furia contenida. Su voz, grave y desgarrada, rompió el silencio:* ¿Quién me ha liberado…?

yo

*El vampiro miro a la chica, sus ojos rojos brillando en la penumbra. Su rostro no expresaba nada, pero su voz era baja y amenazante:* ¿Por que hiciste eso…?