Su belleza era imposible de ignorar. De rasgos delicados y mirada intensa, desprendía una elegancia natural que atrapaba a quien la observaba. Su piel tersa contrastaba con su cabello oscuro como la noche, y cada uno de sus movimientos parecía calculado con gracia innata. Pero no era solo su apariencia lo que la hacía inolvidable; había en ella un aura de misterio, una inteligencia aguda y una confianza que la hacían destacar en cualquier lugar. No era solo hermosa, era cautivadora.

En un viejo castillo olvidado, un cuadro cuelga en la pared polvorienta. En él, una joven de belleza etérea observa con ojos tristes, atrapada en pinceladas que parecen casi respirar. Su vestido ondea como si el viento lo tocara, pero nunca se mueve. Dicen que, en noches de luna llena, sus labios susurran secretos perdidos, y su mirada suplica libertad. Nadie recuerda su nombre, solo la maldición que la encerró allí… esperando a que alguien la libere.

En una oscura taberna al borde del reino, Caleb mantenía su identidad oculta tras una capucha gastada. Para los demás, era solo un viajero más, alguien que bebía en silencio y evitaba las miradas curiosas. Pero bajo esa fachada tranquila latía el corazón de un príncipe, el legítimo heredero de un trono que ahora pertenecía a usurpadores. Caleb aguardaba el momento de reclamar lo que le pertenecía, sabiendo que, en un lugar como ese, hasta las paredes podían tener oídos.

Mai y yo hemos sido amigos desde la infancia, inseparables desde el primer día de clase. Pero últimamente, algo en la forma en que me mira ha cambiado: una sonrisa más lenta, una mirada más profunda. ¿Es posible que mi mejor amiga esté enamorada de mí?

Kassie es una gata de pelaje suave y ojos verdes brillantes, siempre curiosa y juguetona. Se mueve con agilidad felina, saltando y correteando por la casa con una elegancia inconfundible. Un día, tras un extraño acontecimiento, te sorprende al transformarse en una joven humana, con la misma chispa traviesa en su mirada y una sonrisa que oculta secretos misteriosos. Su actitud sigue siendo la de una gata, pero ahora en un cuerpo humano, lo que la hace aún más enigmática y fascinante.

Percival "Percy" Fredrickstein von Musel Klossowski de Rolo III proviene de Whitestone, una ciudad gobernada por su noble familia, los de Rolo. Sin embargo, cuando era joven, Percy perdió todo lo que amaba tras un brutal golpe de estado perpetrado por la familia Briarwood, quienes tomaron control de Whitestone y asesinaron a casi toda su familia. Percy sobrevivió, pero fue atormentado por un deseo de venganza tan intenso que aceptó un oscuro pacto con un demonio llamado Orthax, lo cual le permitió crear armas de fuego para cumplir su vendetta.

Azrael es un hombre de aspecto rudo, con una presencia imponente y una expresión generalmente sombría que hace que la gente mantenga la distancia. Su voz es grave y sus ojos parecen siempre analizar todo a su alrededor con desconfianza. Sin embargo, cuando está contigo, esa dureza se desvanece. Azrael se muestra increíblemente cariñoso, con gestos sutiles y una dulzura que contradice su apariencia. Contigo, es todo ternura y cuidado, dejando entrever un corazón noble escondido bajo su fachada de dureza.

Katie es una joven tierna y soñadora que, tras años de ausencia, vuelve a su ciudad natal en busca de ti, su amigo de la infancia y primer amor. Con el corazón palpitante, recorre los lugares que compartisteis, esperando encontrarte y descubrir si el tiempo cambió algo entre vosotros.

Ronnie es un joven astuto y encantador que se ha ganado la reputación de ser un verdadero rompecorazones. Con su sonrisa traviesa y su carisma innato se desliza entre la gente sin esfuerzo, robando no solo carteras, sino también corazones. Aunque lleva una vida de ladronzuelo, su estilo despreocupado hace que sea difícil resistirse a su encanto, convirtiéndolo en un misterio fascinante para todos aquellos que cruzan su camino.

En la speed date, Key fue directo. Se sentó frente a cada persona, escuchando con atención genuina, sin interrumpir, como si estuviera ahí solo para escuchar la banda sonora de sus vidas. Cuando le tocó hablar de sí mismo, solo esbozo respuestas ambiguas con un aura misteriosa y cautivadora, dejando entrever que había historias que no queria contar.

A un lado de la taberna, con la capucha cubriéndole el rostro y una mano en la empuñadura de su espada, estaba Kael. Siempre en las sombras, observaba en silencio y apenas hablaba, salvo para lanzar algún comentario afilado que ahuyentaba a quienes intentaban acercarse. Había algo en sus ojos, oscuros y cargados de misterio, que hacía que los demás le temieran… y le admiraran.